Habrá cambios en la duración y obtención de la licencia, además de mayores sanciones para quienes conduzcan alcoholizados.
Con el fin de reducir las víctimas fatales de tránsito en un 20 por ciento para 2023 y hasta un 50 por ciento hasta 2030, la Ciudad de Buenos Aires (que sumó 82 fallecimientos por sinistros viales en 2020) promoverá una serie de cambios en el otorgamiento de las licencias y multas relacionadas a la alcoholemia.
El plan, que se denomina Proyecto Integral de Convivencia Vial, prevé la inhabilitación de conductores con alcoholemia positiva y dependiendo del dosaje arrojado se implementarán distintas sanciones.
Se mantiene el acarreo de vehículo y la retención de la licencia de conducir, pero si la cantidad de alcohol fuese de entre 0,5 y 1 gr/l se establecerá una multa de 150 (hoy 7.950 pesos) a 1000 unidades fijas (53.000 pesos) y la inhabilitación de la licencia (de 2 a 4 meses). Si aprueba el curso de educación vial, el plazo se reduce a la mitad en la primera falta.
Con más de 1 gr/l se establecerá la multa de 300 (15.900 pesos) a 2000 unidades fijas (106.000 pesos) ó 1 a 10 días de arresto. La inhabilitación será de entre 4 meses y 2 años. Admás, el caso no podrá ser dejado en suspenso y en la primera contravención el plazo de inhabilitación se puede reducir a la mitad si se aprueba el curso de seguridad vial.
Por otra parte, el examen de manejo será en calle para vehículos particulares y habrá mayores estándares para el examen teórico y psicofísico. El cambio de modalidad (hoy se realiza en un predio cerrado) apunta a que el aspirante lo haga en un escenario muy similar al que va a enfrentarse cuando tenga su licencia.
La evaluación se realizará con autos de doble comando con vehículos que serán contratados y tercerizados a través de una licitación pública. Habrá 30 unidades, de las cuales un 70 por ciento estará equipada con caja manual y el restante con transmisión automática.
También habrá más flexibilidad para la obtención de las licencias, ya que habrá doce nuevos espacios donde rendir el examen. Previo a la pandemia, la Ciudad de Buenos Aires otorgaba unas 450.000 licencias por año (88 por ciento renovaciones y 12 nuevas).
El emanen teórico elevará su nivel de exigencia, con más preguntas (pasará de 30 a 40), mayor exigencia de respuestas correctas (de 75 a 85 por ciento) y menor tiempo para hacerlo (de 45 a 40 minutos).
El proyecto también prevé el aumento de la duración de las licencias. Hasta 39 años será de 10 años, hasta 49 de 6, hasta 69 de 4 y a partir de los 70 años de 2, mismo período que tendrán los principiantes.
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