Con la misma receta del Nivus, el Pulse llegará el año que viene al mercado argentino. Motores, diseño, equipamiento y… ¿son SUV o no?
Como si fuera un virus, la fiebre SUV ha llegado a todo los segmentos del mercado. Los hay chicos, medianos, grandes, con formato deportivo o clásico.
Pero lo más curioso resulta en que muchos autos “convencionales” también quieren ser SUV. Esta movida no es nueva, empezó hace más de 20 años con algunas versiones especiales.
En la región, el Palio Adventure de 1999 fue el primer “contagiado”, pero el virus se expandió luego, y muy rápido, en otras marcas.
La expansión se dio, sin embargo, por la llegada de un auténtico SUV: el Ford EcoSport. Partiendo de la base del Fiesta, con quien compartía plataforma, algo del diseño exterior e interior y alguno de sus motores, el nuevo modelo del óvalo revolucionó el segmento y allí lo siguió el resto.
Sin caer en los gatos de un desarrollo que implicara una nueva carrocería (como la del EcoSport), muchos recurrieron a replicar el estilo que Fiat había impreso en la Palio Weekend, con distintos grados de personalización.
El Volkswagen CrossFox fue uno de los ejemplos más recordados, pero en esta lista entran los Freestyle de Ford y Stepway de Renault, entre muchos otros (ver más), como por ejemplo el Argo Trekking, que no difiere demasiado del Pulse. Incluso allí deberíamos anotar al nuevo Citroën C3 que llega el año que viene (ver más).
En los últimos tiempos, sin embrago, apareció una personalización aun mayor. Sin dejar la base del hacth original, los nuevos modelos cambian más partes de la carrocería para distinguirse. Los primeros ejemplos fueron los Honda WR-V (con base Fit) y el Chery Tiggo 2 (Fulwin).
Los dos últimos ejemplos son los que vamos a comparar en esta nota: los Volkswagen Nivus y Fiat Pulse. Ambos comparten la base hatch (Polo y Argo), pero con cambios importantes desde el pilar A hacia adelante, con una trompa que cambia por completo “la mirada” del nuevo modelo. En parte, esto se da por algo incorporado del mundo SUV: un capot más horizontal y una trompa más alta.
No faltan por supuesto la carrocería elevada, los pasarruedas con amplios plásticos, las barras portaequipajes en el techo y cambios en la zona posterior. Quizás, allí está la gran diferencia entre Nivus y Pulse. Mientras el primero cambió por completo la inclinación del portón dándole un aspecto diferente al de los Polo y T-Cross, el de Fiat apenas renovó el estampado de la quinta puerta.
Así, mientras un Polo mide apenas 5 cm más de largo que el Argo, el Nivus le lleva 17 cm al Pulse. Con el baúl pasa algo parecido. El Nivus ofrece 115 litros más que el Polo, mientras que el Pulse tiene un tamaño similar (la ficha revela 70 litros más, pero es porque Fiat cambió la norma de medición).
Por dentro, es justamente a la inversa. El Nivus tiene el mismo diseño del Polo puertas adentro, pero el Pulse se renovó casi por completo la propuesta con respecto al Argo: hay nuevo volante, tablero, pantalla táctil, consola y comandos de la climatización.
En los motores, como en la época del EcoSport que con su 2.0 se diferenciaba del Fiesta, ambos modelos recurrirán, al menos en la Argentina, a un propulsor que no está en su hermano hatch.
En ambos casos es un 1.0 turbo de 200 Nm que rinde 125 CV en el Pulse y 116 CV en el Nivus. Al primero lo acompaña una caja CVT y al segundo una automática convencional.
Además, el de Fiat anuncia, al menos en Brasil, el 1.3 de 99 CV como entrada de gama, mientras que el Nivus sumará un motor con menos potencia (1.0 turbo de 101 CV) para pelear más abajo.
Nos queda el ítem del equipamiento. Como modelos modernos que son, no han escatimado en novedades, con elementos que no están en la oferta de los hatch. Ambos ofrecen (habrá que reconfirmar la dotación del Pulse en la Argentina) frenado autónomo de emergencia y mientras el Nivus lo complementa con control crucero adaptativo, el Fiat lo hace con mantenimiento de carril.
El de VW ofrece en exclusiva airbags de cortina, pero los dos brindan tablero digital, amplias pantallas táctiles, climatizador automático, acceso sin llave y cargador inalámbrico de celulares.
Nos falta el ítem del precio, que se revelará cuando el Pulse llegue al mercado argentino, donde Fiat suele ser más agresiva que Volkswagen en cuanto a números.
Aun sin ser verdaderos SUV, esta nueva camada de compactos sabe como diferenciarse de un clásico hatch para que el cliente esté dispuesto a pagar algo más (algo que se justifica en los motores y el equipamiento, por ejemplo) y, de paso, plantarle cara a los claśicos SUV con un aspecto moderno y hasta más deportivo.
Lo cierto es que llegaron para quedarse, y prometen ser muchos más en el futuro.
2 comments
2 Comments
Sergio
21 octubre, 2021, 12:17 pmParece bastante mas chico el Fiat, pero mas agraciado (desde mi subjetividad). Aunque no hace falta demasiado diseño para llamar mas la atención que los generalmente aburridos VW.
Seguramente Fiat será mas barato (tampoco necesita mucho esfuerzo respecto a los precios de VW).
En general, los SUV del segmento B (y de otros segmentos tambien) son cada vez menos SUV. Son apenas autos levantados (salvo Duster y el casi inexistente Renegade Trailhawk que sale una fortuna).
Estos, ni siquieran asemejan a un SUV. Apenas estan levantados por arriba de la altura estandar de un auto…
Pero venden, y a los fabricantes les deja plata. Cierra por todas partes, segun parece…
REPLYGonzalo
24 octubre, 2021, 10:21 amVa a pasar lo mismo de siempre, el VW es mejor en más puntos, pero lo agarra el impuesto al lujo y al Fiat no. Si Stellantis llega a conseguir buen cupo a fuerza de que los brasileños compren Cronos, terminará siendo paliza de Fiat. Sino va a ser anecdótico nomás. Eso si, en Brasil lo va a humillar Fiat, los tienen de hijos
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