Volkswagen presentó en el Salón de Munich (el heredero de la clásica cita de Frankfurt) el ID.Life, un prototipo que servirá como anticipo de un modelo de producción pensado para 2025.

La marca no difundió las medidas, pero se muestra como la versión eléctrica del segmento B, aunque con un estilo más cercano al T-Cross que al Polo.

El que sería el ID.2 dentro de la nueva gama eléctrica de Volkswagen lleva un motor de 234 CV con hasta 400 km de autonomía. A diferencia del resto de los ID (3, 4, 5 y el futuro Buzz), este prototipo recurre a la tracción delantera.

El diseño es bastante particular, con dos secciones bien diferenciadas en el centro de la carrocería bicolor. En todas partes está presente el uso de materiales reciclables y amigables con el medio ambiente.

Por ejemplo, la pintura exterior está teñida con virutas de madera y el capot y el techo, que es desmontable, tienen un recubrimiento textil. La lista incluye aceite biológico, caucho y carcasas de arroz

Por dentro hay un volante al mejor estilo Tesla (con el aro superior cotado), que cuenta con una pantalla de información integrada.

No hay un pantalla táctil al estilo tradicional (utiliza el teléfono del usuario para ello) ni espejos, los cuales son reemplazados por cámaras (VW no mostró donde se visualizan).

La marca tampoco habló de conducción autónoma, pero el ID.Life tiene una función que despliega una enorme pantalla de 34″ antes del parabrisas.

Esta se puede utilizar para ver videos o juegos desde el asiento trasero, ya que el delantero puede plegarse para convertirse en un gran apoyapies. El respaldo posterior también se rebate creando una cama de dos metros de largo.