La Agencia Nacional de Seguridad Vial, un organismo dependiente del Ministerio de Transporte, celebró la mejor cifra de siniestralidad en los últimos 13 años (sin tomar en cuenta 2020, que estivo afectado por las restricciones por la pandemia).

El informe tiene en cuenta lo sucedido en el primer semestre del año, cuando se registraron 1675 decesos en siniestros de tránsito contra 2.314 de la primera mitad de 2019.

Igualmente, lo que la ANSV no aclara, es que aun el traslado de pasajeros en micros de media y larga distancia (que suele tener relevancia en estas cifras), continúa siendo reducido. Solo en Retiro, terminal que estuvo cerrada todo el primer semestre, se llegó a tener un pico de 2.000 micros diarios antes de la pandemia.

Otro punto es la confiabilidad de las cifras, un tema que no ha sido jamás el punto fuerte de la anterior gestión kirchnerista, acostumbrado a falsear estadísticas o, directamente, a negarlas, cuando no le eran convenientes.

Por ejemplo, la asociación Luchemos por la Vida revela cifras mucho mayores de siniestros viales, aunque es justo reconocer que esto también se dio con las estadísticas de la gestión macrista. La asociación aun no informó cifras de mortalidad en el tránsito de este año (suele hacerlo al finalizar el período).

Según el organismo estatal, el 50 por ciento de los siniestros viales fatales se producen en rutas y el 55 por ciento, producto de una colisión.

Los varones cuadriplican a las mujeres y el 42 por ciento tienen entre 15 y 34 años. Por otra parte, los motociclistas representan el 48 por ciento de las víctimas fatales. Los peatones alcanzan el 11 por ciento.

La provincia de Buenos Aires tiene el 23 por ciento de los fallecidos. Luego le siguen Córdoba y Santa Fe con el 10, Misiones y Tucumán con el 6 y Santiago del estero con el 5 por ciento.