A ocho años de su aparición en Brasil (a la Argentina llegó en 2014), la actual generación el Fiorino adoptará su primer restyling.

Y aunque el camuflaje de la unidad cazada todavía es intenso, se puede divisar que, como se esperaba, el furgón adoptará las luces delanteras que el Uno sumó en su rediseño de 2013 (que nunca llegó a la Argentina).

El resto de la trompa, presumiblemente, será similar al que el Uno estrenó en Brasil en 2016 y que es el mismo que actualmente muestra el modelo luego de su regreso a nuestro mercado.

Aun sin imágenes del interior, se espera que el Fiorino se suba a los cambios ya vistos en el hatch, con un panel totalmente renovado, desde el tablero hasta las salidas de aire.

En el resto de la carrocería, el Fiorino mantendrá el diseño conocido, con un simple retoque en la zona interna de las luces posteriores. No habrá cambios en los 650 kilos que ofrece de capacidad ni en la doble puerta lateral posterior.

Otra de las novedades se dará en la motorización, al menos en Brasil. Allá sumará el 1.3 de 99 CV ya conocido en los Uno, Argo y Cronos. El 1.4 actual de 87 CV seguirá en la gama, con lo cual resta esperar qué decisión se toma para el mercado argentino.

Por último, el Fiorino sumará el inédito control de estabilidad, algo que el Uno tiene disponible hace tiempo. Es algo que en el segmento solo ofrece el Renault Kangoo, pero que aun deben (sin fecha concreta para cambiarlo) los Citroën Berlingo y Peugeot Partner.

Sin mención dentro del calendario de novedades de Fiat para este año, se espera que el renovado Fiorino arribe al país a comienzos de 2022.