La falta de semiconductores afectó principalmente a General Motors, pero también a Volkswagen. En total, 14 plantas tuvieron paradas.
La crisis mundial de los semiconductores produjo paradas de producción en todo el mundo. Pero lejos de acabarse, algunos estiman que seguirán hasta mediados de 2022.
Todo se desencadenó a causa de la pandemia, cuando miles de nuevos usuarios de dispositivos móviles le quitaron a la industria automotriz los chips necesarios para los modernos módulos que llevan los vehículos de última generación.
Sin cifras en la Argentina, el sitio Automotive Business de Brasil reveló un informe con la cantidad de unidades que se dejaron (y dejarán) de producir en ese país, muchas de las cuales tenían como destino la Argentina.
La más perjudicada fue General Motors, que pese a tener el auto más producido y vendido de los últimos años, cerró la planta de Gravataí (la que hace el Onix y Onix Plus) por más de cinco meses (ver más).
Allí, GM dejó de hacer unas 115.000 unidades, que se suman a casi 42.000 en Sao Caetano (Tracker y Spin) y casi 5.000 en Sao José dos Campos (S10 y Trailblazer). Total: más de 166.000 unidades.
Por su parte, Volkswagen no produjo casi 16.000 unidades en Taubaté (Gol y Voyage), más de 13.000 en Anchieta (Polo, Virtus, Nivus y Saveiro) y más de 3.000 en Sao José dos Pinhais (T-Cross y Fox). Total: más de 32.000 unidades.
Otras afectadas fueron Stellantis, con más de 10.000 unidades (la mayoría de Betim y un puñado de Porto Real); Honda, con más de 7.000 (entre Sumaré e Itirapina); Hyundai, con más de 5.000 en Piracicaba; Renault, con casi 3.000 en Sao José das Pinhais; y Nissan (Resende) y Jaguar Land Rover (Itatiaia), con menos de 1.000 cada una.
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