Tal como anticipáramos muchas veces, la motorización 1.0 turbo de Volkswagen, que debutó con el Nivus, finalmente llegó al T-Cross.

El modelo mantiene las tres versiones, con el turbo asociado a los niveles Comfortline y Highline (ambos con caja automática de seis marchas) y el 1.6 de siempre en el Trendline (con caja manual de cinco).

El 1.0 turbo rinde 116 CV y 200 Nm de torque (ver prueba del Nivus) contra los 110 CV y 155 Nm del 1.6 aspirado (ver prueba del T-Cross).

Además, las nuevas versiones turbo adoptan el sistema multimedia VW Play, también estrenado en el Nivus. El Trendline mantiene la pantalla táctil de 6,5″.

Lo que no incorporó el T-Cross es el paquete de ayudas a la conducción que sí ofrece el Nivus, con frenado autónomo y control crucero adaptativo.

El T-Cross Trendline (a 2.270.976 pesos) ofrece de serie 6 airbags, ESP, llantas de aleación de 16″, volante de doble regulación y butaca regulable en altura.

El Comfortline (a 3.493.850 pesos) agrega climatizador con salidas de aire traseras, control crucero, pantalla táctil de 10″ con cámara, sensor de estacionamiento trasero y tapizado de cuero.

En tanto, el Highline (a 3.854.300 pesos) suma llantas de 17″, sensor de lluvia, encendido automático de luces, acceso y arranque sin llave, tablero digital, sensor de estacionamiento delantero.