Tras el lanzamiento de la versión 80 años, Jeep completó la gama del nuevo Compass en Brasil, país donde se produce el SUV mediano. Con muchos de estos cambios llegará al país en el tercer trimestre de este año.

La gran novedad pasa por las motorizaciones, pero también por la estética y el equipamiento, como para encarar más fuerte una competencia que antes no existía, gracias a la llegada de los Toyota Corolla Cross y Volkswagen Taos.

El rediseño es bastante leve. Afecta a las ópticas, algo más estilizadas, la parrilla y sobre todo el paragolpes, que tendrá leves diferencias entre las versiones nafta y diesel.

Por dentro hay una renovación más fuerte. Nuevo tablero digital (no en todas las versiones), volante rediseñado y una pantalla táctil flotante de 10″ (de 8″ en la entrada de gama) se insertan en una plancha totalmente renovada.

La motorización naftera cambia por completo. Se deja de lado el antiguo 2.4 de 174 CV para adoptar el 1.3 turbo de 180 CV y 270 Nm. Al igual que VW con los motores TSI, la denominación (T270) la dará el torque.

El diesel continúa siendo el 2.0 de 170 CV (ahora T350 por su par de 350 Nm), que sin cambios en la potencia agrega el sistema de urea para el tratamiento de gases. Es algo que está en estudio para el mercado argentino.

La otra novedad es que con el nuevo turbo nafta, las versiones 4×4 quedarán restringidas a la gama diesel. El naftero, solo de tracción delantera, suma un sistema Traction Control para repartir el torque de manera similar al e-Locker de Fiat.

Al igual que ahora, no hay opciones de caja manual. La naftera viene con una automática de seis marchas y la diesel con la de nueve. Stellantis también difundió que hubo cambios en la dirección y suspensiones para darle al Compass mayor dinámica.