Opel, la automotriz alemana que depende de Stellantis, quiere expandir sus negocios, ahora que la ex General Motors está logrando excelentes registros de venta.

Esta idea no es nueva, solo en Sudamérica, la marca ya desembarcó en Colombia, Ecuador y Uruguay, pero aun le falta regresar a los dos grandes mercados de la región: Brasil y Argentina.

Claro que la ecuación es diferente debido al arancelamiento que tienen los modelos extrazona. Sin embargo, el CEO de la marca, Michael Lohscheller está mirando especialmente los mercados donde Stellantis ya tiene infraestructura de ventas y financiación.

Según informó Automotive News, el plan de recuperación de Opel, que se implementó en 2017 cuando el Grupo PSA compró la marca, exige que al menos el 10 por ciento de las ventas de la alemana sean de mercados fuera de Europa a mediados de la década de 2020.

Actualmente la cifra se ubica alrededor del ocho por ciento. De las ventas fuera de Europa, 52 mil se realizaron en Medio Oriente y Africa, poco más de mil en Asia y otras mil en América Latina.

Opel tiene una larga historia en la región. Si bien la mayoría de sus productos se comercializaron como Chevrolet, el recuerdo de las “marcas” Corsa y Astra aun es muy fresco.

Además, las plantas que Stellantis adquirió gracias a la fusión de PSA y FCA tienen amplias capacidades instaladas, que hoy exceden a la producción de modelos de Citroën, Fiat y Peugeot, tanto en la Argentina como en Brasil.