El Citroën C5 fue siempre una berlina de tres volúmenes. Nació en 2001 (con portón posterior, ver otras grandes berlinas francesas) y en 2008 (ya con un baúl clásico) apareció su segunda generación, la cual dejó de ser vendida hace pocos años.

La denominación también sirvió para que la marca regrese, con el apellido Aircross, al segmento de los SUV medianos (ver prueba), pero ahora, con la X como acompañante, se posiciona como el buque insignia de la marca en el mercado europeo y chino.

El nuevo C5 X, como el DS 9, será fabricado con la plataforma EMP2 en China , y se queda a medio camino entre una clásica rural y un SUV. No tiene portaequipajes o guardabarros con plásticos generosos, pero si un amplio despeje y llantas de 19 pulgadas.

Esta familiar mide 4,81 metros de largo, 1,87 de ancho, 1,49 de alto y 2,79 entre ejes. El diseño frontal es similar al del C4, con faros en forma de X. El baúl tiene una capacidad de 545 litros.

En Europa las motorizaciones serán tres nafteras, las cuales no fueron detalladas, y una híbrida, con 225 CV y más de 50 km de autonomía eléctrica. No habrá diesel en la gama.

El interior se ve lujoso, posee un tablero digital y una selectora por botones. Como la mayoría de los Citroën, el confort de marcha será elevado gracias a unos asientos especialmente diseñados y a la suspensión con topes hidráulicos como en los C4 y C5 Aircross.

Es un momento extraño para los grandes sedanes europeos. Mientras que es muy probable que esta tendencia elegida por Citroën sea replicada por Ford con la nueva generación del Mondeo, el Talisman de Renault ya ha dejado de ofrecerse en los principales mercados del Viejo Continente.

Si bien la filial local no lo confirmó, no hay planes inmediatos de importar esta nueva opción de la familia C5 a la Argentina.