Kia se mete por fin en el peleadísimo segmento de los SUV compactos con un producto que hace del equilibrio su carta más destacada.
Por: Martín Simacourbe
Fotos: M.A y M.S.
Con el Soul, Kia hace más de una década que tiene presencia en el segmento B “familiar”, pero el combo entre su particular diseño, la reducida disponibilidad y un precio elevado, hicieron que ese modelo siempre fuera deseado, pero poco o nada exitoso.
En estos tiempos, intervenir en esta franja, pero con un SUV, es una cita obligada para cualquier terminal y si bien el Seltos no va a cambiar la política comercial de la marca, la vasta experiencia y clientela recogida con los Sportage y Sorento le brinda al nuevo modelo una espalda más amplia.
El Seltos llega importado de India (como alguna vez pasó con el Hyundai Creta, que hoy llega de Brasil, ver más) en una única versión, con el conocido motor 1.6 del grupo y un equipamiento que sufre las consecuencia de posicionar un vehículo llegado de extrazona ante la gran oferta regional.
Su arribo también es la antesala del despliegue de la marca en el segmento inferior con el Sonet, otro SUV indio que llegará en 2021 (ver más) para competir en una franja mucho menos nutrida.
DISEÑO/ESTILO
Lo primero que uno nota al ver al Seltos es su tamaño. Es de los SUV compactos más grandes del mercado, con 4,32 metros de largo (más cerca de un Compass que de un T-Cross) y se basa en una plataforma más nueva que la del Creta que se vende en la Argentina.
El diseño muestra un generoso ancho y una línea cuadrada que le da solidez gracias a un capot casi plano, como se viene imponiendo en los últimos diseño de la industria.
No es tan jugado como otros Kia y solo deja su sobriedad en las luces delanteras, que tienen un formato novedoso aunque sin llegar a lo visto en los últimos SUV de Hyundai.
Las llantas son de 17 pulgadas y el perfil del caucho generoso para equilibrar las necesidades de un buen desempeño en ruta y el confort de marcha diario.
INTERIOR/CONFORT
La sobriedad también está presente en el interior. Otra vez el tamaño es lo que llama la atención, tanto del “combinado” de tablero y multimedia, como del ancho disponible.
Semejante relojería delante del conductor deja gusto a poco a la hora de la función, porque el instrumental es súper clásico (no le falta información, pero tampoco sale de lo común), lo mismo que la pantalla táctil (que cuando no espeja el celular es monocromática).
Al igual que muchos modelos de la marca y de Hyundai, el Seltos es ideal para ver y acceder a todas las funciones. Las teclas son enormes, la información se visualiza al primer vistazo y todo queda a mano, incluso la baliza que en algunos modelos modernos cuesta encontrar entre tantos botoncitos.
Cómo en otros modelos del grupo de este segmento, la calidad de terminación está garantizada, se haga en India, México o Brasil (como el HB20 de Hyundai). No brilla por los materiales, pero el ensamble es muy bueno y ninguna superficie muestra rebabas o anticipa una mala vejez.
La posición de manejo es muy buena, porque el volante, de buen tamaño y grip, regula en ambas posiciones y la butaca es ancha y cómoda (quizás sin tanta sujeción lateral).
Atrás se notan esos centímetros extras en todas las direcciones, incluso en la altura, gracias a un techo que no baja hacia atrás. El piso es casi plano y hay salidas de ventilación traseras. Si me apuran, porque hace rato que no subo a la Duster, podríamos decir que estamos ante el SUV compacto más espacioso del mercado.
El bául, con 433 litros, también es de los más generoso de su clase, pero en esa zona saltan a la vista dos de los muchos faltantes de equipamientos que tiene el Seltos. Es casi imperdonable que no ofrezca cobertor de la zona de carga y desempañador de luneta (es opcional), algo insólito en 2020.
Con el asunto de que el precio no se dispare por ser extrazona, el Seltos no ofrece ningún plus como climatizador, cargador de celular, acceso sin llave, techo corredizo, sensor de estacionamiento o tapizado de cuero. Se conforma con cámara de retroceso y control crucero, demasiado poco para su precio.
Por último, el auxilio tiene medida convencional y llanta de chapa, ideal para que los amigos de lo ajeno no se tienten.
MOTOR/PRESTACIONES
La mecánica del Seltos es archiconocida y ya la hemos visto en muchos otros Kia y Hyundai. Se trata del 1.6 de 123 CV que, por ejemplo, anima al Creta y al Soul.
A nivel nomimal, es una potencia intermedia entre los que menos caballos ofrecen (C4 Cactus, Kicks, 2008, Captur o Tracker que orillan os 115 CV) y los que más (C4 Catus y 2008 turbo, Tracker, HR-V o EcoSport, que sobrepasan los 130 y llegan hasta 170 CV).
Pero en los papeles, la mecánica del Seltos se queda un tanto corta en prestaciones, ya que el torque lo entrega bien arriba y no hay un turbo que asista en baja. Para el plan familiar está más que bien, porque la entrega es progresiva, pero no le pidas deportividad.
La aceleración de 0 a 100 km/h clava casi 12 segundos y las recuperaciones de 80 a 120 km/h las hace en casi 9, pese a que el paso de las marchas es veloz. La caja, de buen funcionamiento, también ofrece manejo secuencial, pero no levas al volante.
En cuanto a los consumos, están dentro de la media, con algo más de 6 l/100 km en ruta, casi 9 en autopistas y, acá sí un poco más elevados, cerca de 11 en ciudad, lo que lo deja por detrás de otras opciones más modernas, tanto en lo que pide de combustible como en lo que entrega a nivel de prestaciones.
COMPORTAMIENTO
En otro mercados, el Seltos ofrece mecánicas con turbo mucho más potentes y el chasis está configurado para eso, así que para los 123 CV disponibles en la Argentina le sobra paño.
Tiene un buen desempeño en curvas, con pocas inclinaciones y una dirección eléctrica que acompaña con una muy agradable asistencia, sin llegar al tacto deportivo que puede entregar una HR-V, por ejemplo.
En la ciudad se defiende bien gracias al trabajo de la suspensión, que pese a no ser independiente hace bien su trabajo y a, como dijimos, unos neumáticos con un perfil tradicional, algo cada vez menos común en las versiones full “made in Mercosur”, que buscan tentar al cliente con llantas desproporcionadas. Solo en algunos empedrados o lomos de burro transmite cierta rugosidad.
Si tu perfil es familiar (como creemos que va a ser el del cliente de Seltos), manejarlo a diario con esporádicas salidas a la ruta (o el ida y vuelta por Panamericana, por ejemplo), se torna una actividad muy placentera a bordo de este SUV de Kia.
SEGURIDAD
El estándar en materia de equipamiento de seguridad está más alto que el de confort, pero otra vez el hecho de no disparar su precio el juega en contra.
Viene con seis airbags y control de estabilidad, pero no cuenta con faros led (los halógenos tienen buen funcionamiento), alertas de punto ciego o tráfico cruzado y ayudas a la conducción que se van popularizando entre los rivales más modernos.
Sí mostró un buen desempeño de los frenos, con cuatro discos y distancias de 40 metros para detenerse desde los 100 km/h, una cifra que es de las mejores en el segmento.
Por su parte, no fue probado por Latin NCAP. Global NCAP sí lo hizo y no le fue tan bien, aunque la versión testeada tenía mucho menos equipamiento de seguridad disponible.
PRECIO/COMPETENCIA
El precio de este Kia Seltos LX es de 2.638.125 pesos, un valor que habrá que ver si es respetado tal cual en los concesionarios, teniendo en cuenta que por varios competidores ya se piden más de 3 millones.
Esos modelos, que créanme no tiene el menor sentido enumerar cuánto cuestan, son los Chevrolet Tracker, Citroën C4 Cactus, Ford EcoSport, Honda HR-V, Hyundai Creta, Jeep Renegade, Nissan Kicks, Peugeot 2008, Renault Captur y Volkswagen T-Cross.
El problema del Seltos es que, por esto que comentábamos de enfrentar a modelos que no pagan el arancel, pelea bien arriba por precio con una versión que en realidad es un intermedio de gama.
Claro que la marca coreana tiene una relación con sus clientes (y con los que se animen a elegirla) que va muchas veces más allá del listado de equipamiento y que tiene que ver con la confiabilidad mecánica y del servicio posventa.
No por nada es de las pocas que ofrece cinco años de garantía en nuestro mercado (sin contar pick ups y algunas marcas chinas que tratan de tentar a sus clientes con mayor cobertura).
En un mercado que le pone trabas permanentemente a las importadoras, lo bueno es que Kia no deja de ofrecer nuevos productos. Y lo mejor es que lo seguirá haciendo.
Lo Bueno
Agrado de uso
Espacio interior
Calidad general
Rendimiento de la caja
Garantía de cinco años
Lo Malo
Prestaciones modestas
Sin ayudas a la conducción
Faltantes de confort
Unica versión
Precio poco competitivo
FICHA TECNICA
Motor
Naftero, 4 cilindros, 16 válvulas
Cilindrada: 1.591 cm3
Alimentación: nafta
Potencia: 123 CV a 6.300 rpm
Torque: 151 Nm a 4.800 rpm
Transimisión
Caja: automática de seis marchas
Tracción: delantera
Frenos: discos ventilado/disco
Tren de rodaje
Suspensiones: McPherson/Barra de torsión
Dirección: Con asistencia eléctrica
Neumáticos: 215/60 x 17″
Dimensiones y Capacidades
Largo/Ancho/Alto: 4,315/1,800/1,620 m
Peso: 1.280 kilos
Baúl: 433 litros
Tanque: 55 litros
EQUIPAMIENTO DE CONFORT
Control crucero
Llantas de aleación
Pantalla táctil con cámara
Sensor de estacionamiento
Volante regulable en altura y profundidad
EQUIPAMIENTO DE SEGURIDAD
Airbags frontales, laterales y de cortina
Apoyacabezas (5)
Asistente de arranque en pendientes
Cinturones inerciales (5)
Ganchos Isofix
PRESTACIONES
Aceleraciones
0-100 km/h: 11,9 s
0-400 metros: 18,5 s
0-1000 metros: 33,4 s
Recuperaciones
80-120 km/h en D: 8,6 s
Frenada
100-0 km/h: 40,0 m
140-0 km/h: 78,1 m
Consumos
100 km/h: 6,6 l/100 km
130 km/h: 8,7 l/100 km
Urbano: 10,9 l/100 km
1 Comment
Adolfo
23 diciembre, 2020, 4:00 pmMás allá que no le veo sentido a los SUVs, que buen diseño tiene este Seltos.
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