Tras la presentación de la Renault Alaskan en el mercado argentino (ver más), participamos de una rueda de prensa con Pablo Sibilla, presidente de la marca francesa en la Argentina.

Uno de los deseos de Renault es, además de abastecer al mercado local, ganar mercados de exportación con la nueva pick up. “Estamos trabajando fuerte con Brasil, que sería nuestro principal cliente, pero también con Chile, Uruguay, Bolivia y Colombia”, señaló el directivo.

Pero eso no solo depende las discusiones entre las filiales de los países más grandes de Sudamérica, sino también de la condiciones que impone el gobierno. “La Argentina hoy tiene un tema de cargas impositivas y problemas de competitividad que hacen que, con el real como esta hoy con respecto al dólar, sea difícil concretar exportaciones adicionales, porque la rentabilidad es muy pequeña o incluso negativa”, admitió Sibilla.

“Una de las cosas que estamos discutiendo con el Gobierno es retirar las retenciones a las exportaciones. Ya lo hicieron con las extra Mercosur, lo que ayuda, pero no es suficiente”, confirmó Sibiila, quien aseguró que “eso tendría un impacto muy significativo, por que puede ser la diferencia entre decidir exportar o no exportar un vehículo”.

Pese a esto, el futuro exportador de Alaskan se ve bastante promisorio, ya que la única planta que comparte la producción de la pick up con Córdoba es la de México, donde el volumen es muy bajo con respecto a lo que allí produce Nissan. Sibilla admitió que “lo razonable es que concentremos toda la producción de Alaskan en Santa Isabel. Estamos trabajando para eso, pero no siempre lo razonable es lo económicamente rentable”.

Además, Sibilla dejó tras frases para prestar atención: “No tenemos problemas para importar piezas, funciona con absoluta normalidad y no los hemos tenido nunca, ni siquiera en los peores momentos de 2014″.

“Este año vamos a producir aproximadamente 33.000 unidades, en un año difícil por las paradas por la pandemia y la caída del mercado. El año que viene estimamos trabajar a tope en un turno más algunos sábados y llevar la producción a 50.000 unidades”.

“Hoy en día no está previsto traer Master a Santa Isabel, porque se requeriría una gran inversión para hacer pasar una carrocería tan alta por la planta de pintura”.

“Estamos trabajando fuerte con ADEFA y el Gobierno para aumentar la integración local, pero con proveedores competitivos. El Gobierno ya tomo medidas con incentivos para invertir en la integración de piezas y eso funcionó muy bien”.

“Ahora necesitamos que los fondos sean mayores, porque cada plataforma que se instala lo hace por 10 años o más, por lo tanto ese dinero va a rendir frutos por más de una década, tanto en empleo como en recaudación”.