Los monovolúmenes nacieron a comienzos de los ochenta con la Caravan de Chrysler en Estados Unidos y la Espace de Renault en Europa.

Luego se popularizaron en casi todos los segmentos y terminaron desapareciendo hace muy poco, con el fin de las C4 Picasso y Scénic (que aunque sigue a la venta, su última generación es casi un SUV).

Sin embargo, con el impulso de un manejo autónomo y la falta de un motor delantero de combustión, la idea del monovolumen, sobre todo para el transporte compartido, cobró nuevo impulso.

Así lo cree Mini, que presentó el Vision Urbanaut, un MPV pensado para 2030, del que todavía no hay un modelo a escala: solo existe en diseños generados por computadora.

El prototipo de la marca británica rememora el concepto del Mini original, maximizando el espacio interior, pero con un formato más cercano al de la Kombi de VW. Mide 4,46 metros de largo, incluso más grande que el actual Countryman.

El modelo tiene espacio para cuatro pasajeros, pero no se descarta la existencia de una futura versión comercial para entregas urbanas. Las plazas traseras pueden convertirse en un amplio sillón posterior.

Si bien posee volante, la consola puede transformarse en otro sillón para cuando el vehículo circula con la conducción autónoma. El ingreso es por una puerta lateral corrediza.

Una característica particular es que el parabrisas (que forma un único conjunto con el techo vidriado)  puede abrirse generando un ventanal cuando está detenido.

Si bien no se informaron sus características, este Mini es eléctrico y de producirse, se hará en China, donde la marca quiere expandir sus ventas (ver más).