El modelo alemán, que no llegará a la Argentina, sumó la versión más potente: 320 CV, tracción integral y una estética apenas deportiva.
Tras la aparición de los GTi (245 CV) y GTi Clubsport (300 CV), el Golf europeo suma la opción más potente, denominada R, que ya va por la quinta generación.
A nivel estético, como suele ocurrir en los modelos de VW, la diferenciación es muy sutil. El R tiene un nuevo paragolpes (sin los cinco leds del GTi), un alerón posterior de mayores dimensiones y cuatro salidas de escape. Las llantas también son específicas. De serie son de 18″, pero hay unas de 19″ en opción.
La gran diferencia ante el Clubsport es la tracción en las cuatro ruedas, ya que el motor es el mismo del GTi, un 2.0 turbo. La caja es automática de doble embrague y siete marchas y cuenta con amortiguadores de dureza variable.
Hay un paquete denominado R-Performance que permite que el modo de conducción Race (también hay Comfort, Sport e Individual) se configure especialmente para girar en Nürburgring (con su asfalto irregular) y también para driftear.
En el interior hay pocos cambios, que tienen que ver con la decoración y con un tablero digital que ofrece pantallas más deportivas, como una con el cuentavueltas central.
La llegada del Golf VIII a la Argentina no está prevista, en ninguna de sus versiones. El gran inconveniente es que la producción pasó de México a Alemania en esta generación.
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Adolfo
4 noviembre, 2020, 2:37 pmEn cuanto a diseño exterior, me gusta más la generación anterior.
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