A diferencia de lo que sucedió con los Logan, Sandero, Duster y nuestro Kangoo (nacidos como Dacia y luego vendidos en otras regiones como Renault), el Kwid es el primer producto del rombo al que se le pone el logo de la marca rumana.

El cambio se da para que el modelo llegue a Europa en una de las opciones eléctricas más baratas de ese mercado. Allí será rival del Volkswagen e-Up. Del Spring también habrá una versión Cargo, sin plazas traseras.

La motorización ofrece 44 CV y una autonomía homologada de 225 km. Alcanza una velocidad máxima de 125 km/h y el tiempo de recarga, según el tipo de corriente, puede ser de menos de una hora para lograr el 80 por ciento de batería, hasta 14 horas.

A nivel estético, el Spring recurre al restyling que el Kwid ya mostró en India, con nuevos faros principales ubicados debajo de los diurnos. En el resto del diseño no hay cambios de importancia.

Por dentro hay un nuevo tablero íntegramente digital y la presencia de un selector de marchas circular, además del nuevo volante que aquí tienen los Logan y Sandero.

En el equipamiento, aparecen varios elementos de seguridad que no están disponibles en el Kwid brasileño, como control de estabilidad, airbags de cortina, frenada de emergencia y faros led.

Renault Argentina no tiene intenciones de ofrecer un Kwid eléctrico, pero en los próximos meses incorporará a su gama el Zoe importado de Francia.