Que las berlinas tradicionales están perdiendo terreno en el mercado europeo no es ninguna novedad. Si bien el VW Gol se mantiene inalterado (ver más), Citroën adoptó en el nuevo C4 una carrocería elevada, casi como la de un SUV (ver más).

Algo similar hará Renault con el Mégane, que para muchos tenía los días contados, aunque parece en la quinta generación también podría seguir el hatch clásico. De todos modos, para seguir con vida, el mediano del rombo se reinventa con una silueta 15 cm más corta que la actual, pero 5 cm más alta.

El acortamiento se lo debe a la nueva plataforma para vehículos eléctricos CMF-EV, que estrenó Nissan con el Ariya (ver más). Pese a ser más corto, es 3 cm más largo entre ejes que el actual Mégane europeo. En síntesis, el eVision mide 4,21 metros de largo, 1,80 de ancho, 1,50 de alto y 2,77 entre ejes.

No será la primera vez que el Mégane tenga una carrocería que no sea berlina. Cuando nació, en 1997, el Scénic era parte de la gama. Gracias a su éxito, el monovolumen se independizó como un modelo separado que hasta hoy se vende en el Viejo Continente, aunque con un aspecto mucho más off road.

El prototipo (y seguramente la versión de producción que podría llegar incluso el año que viene) lleva un motor eléctrico de 218 CV, aunque el modelo permite acomodar un segundo propulsor en la zona trasera para aumentar la potencia y brindar una versión de tracción integral.

Como novedades (nos e mostraron imágenes del interior), lleva cámaras en vez de espejos retrovisores y las llantas tienen una cubierta aerodinámica una pulgada mayor a la de los neumáticos, que van de las 18 a las 20 pulgadas.