Este Aston Martin es un juguete, aunque su calidad de realización y precio no lo parezca. Cuesta unos 40.000 euros (35.000 libras esterlinas), el valor de un Mercedes Clase C en Europa o de algún Aston usado que no sea un DB5, claro.

Es que no es un juguete cualquiera. Es un Aston Martin DB5, como el que Bond utilizó en sus películas más famosas (aunque con carrocería cabrio) y mide poco más de tres metros de largo, pudiendo llevar tranquilamente a dos adultos en su interior (es más largo que un Smart).

El DB5 Junior fue creado por la propia Aston Martin junto con The Little Car Company, una compañía especialista en este tipo de modelos a escala, y será producido en un número de 1.059 unidades, la misma cantidad de DB5 reales que se fabricaron.

Salvo las puertas, el DB5 Junior tiene muchísimos detalles tal cual como el original, hasta la suspensión, pero su motor es eléctrico, con 7 CV, casi 50 km/h de máxima (se puede limitar a solo 19) y 32 km de autonomía. Las llantas son de 10″ y los frenos, a disco, con sistema regenerativo.

También hay una versión Vantage con 13 CV, una segunda batería (alcanza 64 km de autonomía) y hasta un diferencial de deslizamiento limitado, que aumenta su precio en unos 10.000 euros.

Si bien el fabricante aclara que es un vehículo meramente recreativo, recomienda que su utilización se reserve a mayores de 14 años. Y no va a faltar el adulto que quiera hacerse una escapada al mejor estilo Bond por un camino de montaña.