Pese a que cada vez que un Tesla se accidenta es noticia mundial, las estadísticas de la compañía marcan el éxito de su sistema AutoPilot.
Es sabido, cada vez que un Tesla se involucra en un accidente, la noticia aparece por todos lados. Es que la marca de automóviles eléctricos ha equipado a sus modelos con el sistema AutoPilot, que permite viajar muchos kilómetros sin la intervención del conductor.
El nombre del sistema induce a que la conducción está totalmente automatizada y eso le ha valido varios fallos en contra ante demandas por publicidad engañosa, ya que siempre se requiere alguna atención por parte del conductor.
Sin embargo, el AutoPilot demuestra su eficacia si se comparan la cantidad de accidentes por kilómetro en la que se involucran los autos de Elon Musk versus el resto del mercado norteamericano.
Las cifras, difunde la propia Tesla, indican que sus modelos, con el AutoPilot conectado, sufren un accidente cada 7.290.000 kilómetros contra 711.000 que es el promedio del resto del parque circulante en Estados Unidos. Nada menos que una relación de diez veces.
Las cifras son favorables a Tesla cuando sus unidades circulan sin el AutoPilot conectado, pero con las funciones activas (3.653.000 km) e incluso en una conducción normal (2.511.000 km), lo que se atribuye a la, aun, mínima presencia de los Tesla en todo el parque automotor estadounidense.
También hay que tener en cuenta que el uso del AutoPilot es realizado casi la totalidad de las veces en tramos largos de autopistas, donde los accidentes son muchísimo menores a los de la conducción urbana.
El sistema AutoPilot está disponible en toda la gama Tesla, compuesta de los modelos S, 3, X e Y. Cuenta con ocho cámaras que ofrecen una visión 360 con un alcance de hasta 250 metros.
Lo secundan doce sensores ultrasónicos que detectan objetos y un radar delantero que le permite ver a través de lluvia intensa, neblina, polvo e incluso el vehículo que antecede.
El AutoPilot permite, como muchos de los sistemas de ayudas a la conducción que ya están disponibles en la Argentina (ver más), seguir la velocidad del auto precedente, mantener el carril y frenar de forma autónoma, pero agrega la función de cambio de carril para superar atascos o vehículos a menor velocidad y también la de salidas de autopistas y cruce de rutas.
Según la marca (y siempre según las normativas vigentes en cada estado o país), basta con sentarse al volante e indicarle al navegador dónde se quiere ir para que el vehículo elija la mejor ruta. El Tesla se conducirá solo, se detendrá en semáforos y lo llevará a su destino sin ninguna intervención del conductor, más que la de estar atento a lo que sucede en el viaje.
Una vez arribado, el Tesla pasará al modo de búsqueda de estacionamiento y de forma automática encontrará un lugar donde hacerlo. Luego, a través de la app, el automóvil volverá a donde el conductor está esperándolo.
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