Mercedes suele estrenar sus más modernos sistemas de seguridad o ayudas a la conducción en cada nueva Clase S. Y la que se ve a estrenar en poco tiempo no será la excepción.

Si bien la estética exterior aun aparece camuflada, ya se conoce que el interior tendrá un estilo diferente al que el propio modelo impuso hace siete años con la pantalla táctil “unida” al instrumental.

Ahora, en la consola central va a haber una pantalla táctil vertical, al mejor estilo Tesla, que aglutinará casi todas las funciones. De hecho, habrá 27 botones físicos menos, aunque las luces o los limpiaparabrisas seguirán siendo “manuales”.

Hay total de cinco pantallas (tres traseras) y el instrumental podrá ser de tres dimensiones y la posibilidad de proyección en el parabrisas con una sensación de profundidad de hasta 10 metros y con realidad aumentada.

También hay numerosas funciones que pueden realizarse con gestos, como abrir el techo corredizo o iluminar diferentes sectores del interior.

Hay nuevas funciones de seguridad y confort inéditas y otras ya vistas en modelos de la competencia. El más llamativo es el airbag frontal trasero, que se despliega del respaldo de los asientos delanteros. Tiene un despliegue más suave que el que sale de la consola.

En opción, habrá un airbag central delantero, para proteger el choque de cabezas ante un impacto lateral y cinturones con hebillas iluminadas para facilitar su uso.

Otro dispositivo nuevo en el Clase S es el Pre-Safe que eleva la carrocería hasta ocho centímetros ante la amenaza de un choque lateral. Funciona gracias a la suspensión hidroneumática que también regula su durez y altura según las condiciones del camino.

El nuevo Clase S contará también con ruedas traseras direccionales. A baja velocidad girar contrario a las delanteras para reducir hasta dos metros el radio de giro. A más de 60 km/h doblan igual que las de adelanta favoreciendo el desempeño en curva.

Otra innovaciones son una mejora en el sistema de estacionamiento asistido y uno que alerta tanto a los pasajeros como a quienes están cerca (pensado sobre todo para ciclistas) que alguien va a bajar del vehículo.