Citroën presenta en la Argentina el C5 Aircross, el modelo importado de Francia con el que regresa al segmento de los SUV medianos (el último fue el C4 Aircross, desarrollado junto a Mitsubishi).

Apoyado en la plataforma EMP2 que da vida también a los Peugeot 3008/5008 y DS 7 Crossback, el C5 mide 4,50 metros de largo, 1,97 de ancho, 1,69 de alto y 2,73 entre ejes y ofrece 580 litros de baúl.

El diseño muestra el último estilo de la marca, con faros acompañados por “cejas” de led. En el lateral se ven unos Airbumps reducidos, como en el último C4 Cactus, y también techo y parantes en color negro.

El interior tiene como principal atractivo unas plazas traseras al viejo estilo de los monovolúmenes, con tres asientos individuales del mismo tamaño, que pueden reclinarse y que también son corredizos en 15 cm.

La motorización es la conocida 1.6 THP de 165 CV presente también en otros modelos del grupo. Lo acompaña una caja automática de seis marchas y la tracción simple, aunque con el Grip Control como asistente para caminos complicados.

Otra novedad es la suspensión con amortiguadores progresivos hidráulicos, que suman topes para controlar la expansión y compresión, en pos de un mejor confort de marcha.

El equipamiento de la única versión disponible incluye seis airbags, control de estabilidad, ayudas a la conducción como frenado autónomo, mantenimiento de carril, reconocimiento de señales y alerta de punto ciego (ver más), instrumental digital, pantalla tactil de 8, climatizador bizona, control crucero, cargador inalámbrico, techo panorámico corredizo, llantas de 18″ con auxilio temporal, sensor de estacionamiento y lluvia y tapizado de cuero.

Con cinco tonos disponibles (azul, blanco, dos tipos de gris y negro), un precio de 48.395 dólares y una garantía de 3 años o 100.000 km, el C5 Aircross Feel Pack será rival de los Chevrolet Equinox, Ford Kuga, Honda CR-V, Hyundai Tucson, Jeep Compass, Kia Sportage, Mitsubishi Outlander, Nissan X-Trail, Peugeot 3008, Renault Koleos, Toyota Rav4 y Volkswagen Tiguan.