Las nuevas reglas para importaciones y el repunte de las ventas podrían generar problemas de disponibilidad. Una historia conocida.
Por Martín Simacourbe
La historia suele repetirse. Y el regreso del kirchnerismo al poder, al menos para el mercado automotor, nos lleva a una situación que ya se registró a fines de 2013, cuando la falta de dólares, combinada con las restricciones a las importaciones, se tradujo en un mercado con faltantes de unidades y precios ficticios.
Ahora, las condiciones vuelven a ser las mismas, con el agregado de una post pandemia (si bien continúa el aislamiento, ya abrieron los concesionarios) que va a lograr en junio una cifra de patentamientos impensada.
Según informa Telam, la agencia de noticias del gobierno, se espera un piso de 30.000 patentamientos en este mes de junio, el primer registro interanual positivo luego de 18 meses de caídas, producto de las devaluaciones que sufrió el peso en la etapa macrista.
La demanda se apoya en esta reapertura que ataca una demanda contenida, pero también la escasez de alternativas ante un peso que se devalúa, el desdoblamiento cambiario con un “dolar auto” paralelo y las promociones por el alto stock de las terminales.
En ACARA están nuevamente sorprendidos. La Asociación de Concesionarios no pega una en cuanto a pronósticos. En mayo estimaban 12.000 patentamientos, pero el mes terminó con más de 20.000 y ahora, en declaraciones a Telam, su titular, Rocardo Salomé, aseguró que los 30.000 patentamientos era “algo impensado hace algunas semanas“.
Las reestriciones a las importaciones regresaron con cambio de nombre. Las antiguas DJAI (Declaraciones Juradas) ahora se llaman Simis (Sistema Monitoreado), pero las trabas que generan son similares. Lo que también volvieron son las trabas al acceso a las divisas para realizar compras.
Todo parte de un mismo origen: la falta de dólares. Y mientras las trabas administrativas retienen unidades en la aduana (se habla de 10.000), las de acceso a la divisa americana complican el panorama a futuro, no solo para traer modelos importados, sino también para comprar las miles de autopartes extranjeras que conforman la producción nacional.
La misma Telam cita a una fuente anónima de la industria para describir el problema: “la situación es compleja para abastecer el mercado en estos momentos, ya que la normativa impacta en la producción y en la importación de piezas y modelos”.
¿Qué se viene? Problemas para producir, desabastecimiento en los segmentos de media y alta gama y precios inflados en las concesionarias. Nada que no hayamos visto hace seis o siete años atrás.
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Ezequiel
11 junio, 2020, 1:46 pmEn otros paises es como comprar un electro, por qué es un parto acá.
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