El verdadero aniversario será el 15 de mayo, cuando se cumplan 40 años de su lanzamiento en Brasil. Para esa fecha estamos preparando un especial sobre el auto más importante de la industria automotriz sudamericana.

Pero aunque falta una semana, Volkswagen ya comenzó los festejos y lo hizo con una reseña de la planta de Taubaté, la que ha producido más de 8 millones de unidades en estas cuatro décadas.

La construcción de la fábrica se inició en 1973 y para 1976 ya se estaban estampando piezas para los Kombi y Fusca que se producían en Sao Bernardo.

Para ese mismo tiempo, la ingeniería de Volkswagen iniciaba el desarrollo del proyecto BX, inspirándose en las líneas que Giugiaro había plasmado en los Passat, Golf, Scirocco y Polo (ver otras creaciones de Giorgio).

Una de las cuestiones que separaron a los ingenieros y diseñadores de Wolfsburgo y San Pablo fue la zona delantera. En Alemania querían que tenga faros redondos, como la primera generación del Golf, pero en Brasil optaban por los cuadrados, más acordes a la época.

Incluso, como se ve en la foto, se barajaron opciones con doble faro delantero, como tenía el Passat. El motor elegido fue el del Fusca, con 1300 cm3 y refrigerado por aire, aunque lógicamente colocado en el frente del Gol.

Uno de los nombres comerciales que se barajó fue Angra, aunque después se impuso la moda deportiva que ya había sido utilizada en los Golf y Polo. Así, Gol quedó como la denominación definitiva.

Apareció finalmente a mediados de mayo de 1980 para competir contra los Fiat 147 y Chevrolet Chevette con el motor 1.3 de 42 CV con versiones alimentadas a nafta o a alcohol. Fue bien recibido, pero el motor quedaba en deuda, algo que fue subsanado prontamente.

En la próxima semana vamos a estar repasando toda su historia comercial, con los cambios de diseño y su llegada a la Argentina.