General Motors presentó hoy la nueva generación del Chevrolet Onix en la Argentina (ver más). Un modelo que convivirá con el anterior, el denominado Joy, tanto hatch como sedán.

Cuando se presentó en Brasil, AutoWeb viajó hasta allí y manejamos la versión sedán turbo (ver más), con el motor tricliíndrico de 1.0 litros, 116 CV y caja automática. Por eso, para esta ocasión, elegimos el hacth con el propulsor aspirado de 1.2 litros y 90 CV con transmisión manual.

A la que nos subimos fue a la versión LT con el paquete Tech, que suma acceso y arranque sin llave, cargador inalámbrico, encendido automático de luces, volante de doble regulación y cámara posterior. De serie esta versión viene bien equipada, con una buena y rápida pantalla táctil y pack eléctrico, pero carece de llantas de aleación o faros antiniebla delanteros.

Pero entre aquel que manejamos en Brasil y este en el caótico tránsito porteño (que no dejó mucho margen para hacer grandes conclusiones), no solo cambia la motorización. El hatch tiene una configuración de las suspensiones algo más firme a la del sedán. No es que se torne incómodo en la urbe, pero algunos pozos y cunetas se hacen sentir más.

Eso también, suponemos, lo hace algo más eficiente en la ruta, algo que aun no pudimos comprobar y que tampoco es un elemento de crítica para el sedán, aunque por lógica su acento está puesto en el confort de marcha.

Hay un poco menos de espacio en las plazas traseras (el 5 puertas es centímetros más corto entre ejes) y brinda menos espacio que un Polo o un Sandero, pero está en sintonía con el Argo y se lo ve más cómodo que un Etios, por ejemplo. El baúl, de 275 litros, está dentro del promedio, pero por debajo del piso aparece un auxilio temporal. La posición de manejo es correcta, lo mismo que la calidad de los materiales del interior.

En el breve trayecto, comprobamos que el 1.2, pese a su menor cilindrada y potencia, no tiene mucho que envidiarle al 1.4 de 98 CV que llevaba el Onix y que ahora quedará disponible en el Joy. Es más, gracias a los tres cilindros, en GM hablan de una buena eficiencia en consumos.

La caja de cinco marchas tiene, como en los últimos Chevrolet, un muy buen comportamiento, con recorridos lógicos y una excelente conexión de las marchas.

Como alternativas, teniendo en cuenta un precio, siempre de lista, menor al millón de pesos y con caja manual. aparecen los Citroën C3 Urban Trail (1.6 de 115 CV) a $ 932.000, Fiat Argo Drive (1.3 de 99 CV con ESP) a $ 907.400, Ford Ka S (1.5 de 123 CV con ESP) a $911.300, Ford Fiesta SE (1.6 de 120 CV con ESP) a $962.100, Peugeot 208 Allure (1.6 de 115 CV) a $954.000, Renault Sandero Intense (1.6 de 115 CV) a $926.900, Toyota Etios XLS (1.5 de 103 CV con ESP) a $897.200, Toyota Yaris XS (1.5 de 107 CV con ESP) a $995.700, VW Gol Trendline (1.6 de 101 CV) a $919.900 y VW Polo Trendline (1.6 de 110 CV con 4 airbags y ESP) a $992.850 pesos.

Este Onix que manejamos cuesta 936.230 pesos. Como vimos, le faltan algunos equipamientos de confort (algo común en muchos rivales del párrafo anterior, que no son los full), pero en seguridad se coloca al frente con los seis airbags (es el único con tantas bolsas) y el ESP.

A priori, y sin tener en cuenta las muchísimas bonificaciones que hay sobre estos mismos precios, el del Onix aparece como un valor muy tentador. Ahora hay que ver si el mercado responde.

El recorrido incluyó un tramos por los bosques de Palermo.

 El interior está bien resuelto, con materiales de calidad acorde al segmento.

Muy buen comportamiento de la caja de cinco marchas. Adelante, el cargador inalámbrico para celulares.

La butacas delanteras tienen integrado el apoyacabezas. La del conmductor puede regular en altura.

Atrás hay un espacio lógico para un hatch en torno a los cuatro metros de largo. En el centro, doble salida USB.

Baúl de 275 litros, una medida promedio dentro del segmento. Quien quiera más, tiene el sedán.

Por debajo del piso aparece la rueda de auxilio temporal, con un neumático bien fino.

El motor de 1.2 litros brinda 90 CV y es de los más modernos del segmento gracias a sus tres cilindros.