Toyota presentó en la Argentina la décima segunda generación de su mayor éxito mundial: el Corolla. Como siempre, el modelo llega importado de Brasil, pero lo hace con muchísimas novedades, que van más allá del nuevo diseño.

La más interesante es la adopción de una motorización híbrida, que es la misma que ya conocemos en el Prius, con un motor naftero de 1.8 litros y uno eléctrico que, juntos brindan 122 CV. Este propulsor se une a una caja automática eCVT.

El otro motor disponible es un 2.0 naftero de 170 CV que reemplaza al anterior 1.8 de 140 CV. Se une a una caja automática CVT de 10 marchas con levas al volante.

El Corolla se apoya en una nueva plataforma denominada TNGA, que le confiere mayor espacio interior, mejoras en la rigidez torsional, un centro de gravedad más bajo y la posibilidad de llevar una suspensión trasera independiente. Mide 4,63 metros de largo, 1,78 de ancho, 1,44 de alto (2 cm el híbrido) y 2,70 entre ejes.

En una primera etapa, estará disponible únicamente la versión tope de gama SE-G, pero en 2020 la gama se completará con más opciones. El equipamiento del full ofrece una serie de ayudas a la conducción que son parte del paquete Safety Sense, con control crucero adaptativo, sistema de precolisión con frenado autónomo, alerta de cambio de carril y luces automáticas.

Además, entrega siete airbags, control de estabilidad, pantalla táctil de 8″, climatizador bizona, techo corredizo (solo en el naftero), tapizado de cuero, butaca eléctrica, faros biled, acceso y arranque sin llave, llantas de aleación de 17″, sensor de lluvia y sensor de estacionamiento delantero y trasero.

Con una garantía de 5 años o 150.000 km y de 8 o 160.000 para los componentes híbridos, el Corolla tiene precios de 1.912.500 pesos para el SE-G CVT y de 2.010.600 para el SE-G híbrido.

El Corolla es rival de los Chevrolet Cruze, Citroën C4 Lounge, Ford Focus, Honda Civic, Kia Cerato, Nissan Sentra, Peugeot 408 y Volkswagen Vento.