Honda reveló en el Salón de Tokio la nueva generación del Fit (o Jazz para los mercados de Europa), la cuarta desde su aparición en 2001.

Pese a un envase más moderno, el nuevo Fit mantiene el diseño monovolumen, siendo uno de los pocos autos del mundo que persiste con esta carrocería.

Las novedades se ven en una trompa casi sin entradas de aire y una cola en la que se estrenan las luces horizontales. No hay información de las medidas, pero deberían ser cercanas a las del actual modelo.

Otra novedad del Fit/Jazz es que a la gama global se une una opción aventurera denominada Crosstar, al estilo de la WR-V regional.

El interior muestra algunos elementos de diseño ya vistos en el modelo E eléctrico, aunque no tan revolucionario como aquel. El Fit ofrece tablero digital, un volante de centro pequeño y freno de mano eléctrico.

Otra cosa que mantiene el Fit son los asientos traseros con el plegado tipo cine para favorecer la ubicación de objetos en el piso de las plazas posteriores. No se reveló el tamaño del baúl.

La motorización para el mercado europeo será únicamente hibrida, con un 1.5 litros asociado a dos eléctricos, uno generador y otro propulsor, del cual no se conocen las potencia. El equipamiento sumará ayudas de seguridad como detector de peatones o control crucero adaptativo.

Su llegada a la región no está confirmada. La filial brasileña no lo admite, pero algunos medios locales dicen que estará siendo producida allí a fines de 2020 con un motor 1.0 turbo. De allí debería arribar a nuestro mercado en 2021.