Tras la aparición del Renault Kwid y su polémica autodenominación como un pequeño SUV, el mercado indio se está poblando de este tipo de opciones.

La más novedosa es la del Maruti-Suzuki S-Presso, el modelo producido por la alianza entre la empresa local y la japonesa, la más exitosas de ese mercado.

El S-Presso (que emula el nombre del café pero no estaría bien visto por aquí por su referencia a los reclusos) mide 3,67 metros de largo, 1,52 de ancho, 1,56 de alto y 2,38 entre ejes. El despeje es de 18 cm y el baúl ofrece 240 litros.

Son cifras muy parecidas a las del Kwid: un cm más corto, 7 más angosto, 9 más alto y 4 más pequeño entre ejes. El despeje es el mismo y el bául 50 litros más chico.

El diseño remite menos al de un SUV por el menor ancho y alto, pero los pasarruedas marcados, la trompa alta y los paragolpes negros lo ayudan en la imagen.

Por dentro hay una clara inspiración Mini, con el tablero (enteramente digital) y la pantalla táctil agrupadas en un círculo en el centro de la plancha y rodeado de un contorno naranja.

El motor también es muy similar al del Kwid, un tricilíndrico de 1.0 litros y 68 CV, unido a una caja manual o robotizada, ambas de cinco marchas.

El S-Presso llegará a varios mercados de Latinoamérica, pero su arribo a la Argentina es muy poco probable, debido a que debería pagar el impuesto a los modelos extrazona, algo muy sensible en esta franja de precios.

El Hyundai Grand i10 que también llegaba de india nunca fue económico y ya se despidió del mercado tras obtener ventas muy limitadas.