Primer contacto: Chevrolet Onix Plus 1.0 Turbo

Manejamos en Brasil la versión tope de gama del sedán, que llegará a principios de 2020 con el motor 1.0 turbo y caja automática de seis.

Texto y fotos de Martín Simacourbe, desde Porto Alegre

Tras la presentación del nuevo Chevrolet Onix (ver más), la gente de General Motors dispuso un test drive con unidades del sedán (denominado Plus).

La unidades disponibles estaban equipadas únicamente con el nuevo acabado Premier (el mas completo de la gama), que viene con el nuevo motor turbo y caja automática (también habrá un manual de cinco marchas).

El recorrido consistió en cerca de 180 km dentro de la ciudad de Porto Alegre, cercano a la planta de Gravataí, donde el Onix es producido para toda la región.

Estéticamente el modelo luce más aplomado, gracias a que es más largo y ancho que el Prisma al que reemplaza. Aunque no está confirmado, por tamaño y equipamiento también debería desplazar definitivamente al Cobalt de la oferta de GM en la Argentina.

Por dentro, lo primero que sorprende son las butacas con el apoyacabezas integrado (como en el VW Up,. por ejemplo), algo que suena más a un ahorro que a cuestiones de seguridad o ergonomía.

Y ya que hablamos de seguridad, es importante señalar que todos los Onix vendrán equipados con seis airbags y control de estabilidad y que consiguieron cinco estrellas en las pruebas de Latin NCAP, tanto en adultos como en niños. Aun no sabemos qué precio tendrá el Onix, pero seguramente esté entre los más baratos con este equipamiento de serie.

La calidad del interior no luce, aunque los materiales son nobles y no se escucharon grillos pese a algunas zonas en mal estado por las que circulamos. El diseño puertas adentro es agradable y la combinación de tonalidades lo deja bien parado. Se lo ve menos atractivo que un Cronos, pero más que un Virtus.

La posición de manejo, con una butaca que regula bastante en altura y un volante de doble regulación, es muy cómoda, a lo que se suma un volante pequeño y de muy buen grip. El tablero es clásico (nada que ver con la apuesta del anterior modelo) y la pantalla táctil es rápida y con buena resolución. Eso sí, no es tan amplia como antes (queda un marco importante que se podría aprovechar para ofrecer una de mayor tamaño).

Esta versión Premier cuenta con equipamientos poco y nada habituales en el segmento, como conexión WiFi, OnStar, alerta de punto ciego, estacionamiento asistido, cargador inalámbrico de celulares y climatizador de una sola vía. ¿Qué le falta? Casi nada, porque un techo corredizo también es difícil de encontrar en su clase.

La habitabilidad trasera también es muy buena (un Virtus parece ser algo más amplio), con buen espacio aunque a lo alto pueden faltar algunos centímetros. No hay salida de aire posterior, aunque sí doble USB y un pequeñísimo falso túnel que no impide que un tercer pasajero se acomode.

El baúl es algo más chico que el del Prisma (469 litros en vez de 500), pero tiene buenas formas, una entrada generosa y, en este Premier, una práctica bandeja de goma que ojalá esté disponible en la Argentina. La mala es que por debajo aparece un auxilio temporal, distinto al de las titulares de 16″ (el Premier es el único con llanta de aleación de la gama que tiene opciones de 14 y 15″ con tazas).

En marcha el 1.0 Ecotec de tres cilindros se comporta de manera eficiente. Es ágil en las salidas, no se muestra vibrador (como otros tricilíndricos) y es fácil hacerlo ganar velocidad. La caja de seis marchas, al menos en este trayecto sin grandes exigencias y con autopistas amplias, se comportó sin tironeos, aunque sigue teniendo el manejo manual reservado a una impráctica botonera en la selectora (y sin levas).

Decíamos que el trayecto no fue del todo exigente como para comprobar el comportamiento dinámico, pero todo parece indicar que el buen compromiso del Prisma entre confort de marcha y un manejo más deportivo se mantiene. Por supuesto prima el buen andar en ciudad, pero se muestra firme y confortable al mismo tiempo, con una dirección de fácil accionamiento.

Cuando llegue a la Argentina veremos si los buenos números que infirma GM tanto en prestaciones como en consumos se hacen realidad, algo que bien podría ser cierto: el Onix Plus será el único modelos de su categoría con motor turbo (salvando el 208 GT THP que con 165 CV busca a los clientes más deportivos del segmento).

También resta saber el precio al que la marca lo pone en el mercado. En Brasil esos números fueron bien agresivos y parece que es algo que se repetirá en la Argentina, siempre entre el Onix Joy y el Cruze. Si efectivamente son competitivos, el Onix Plus Premier tendrá varias razones para ser elegido, con el motor y equipamientos inéditos en el segmento y un diseño, espacio y calidad que no le van en zaga a la mayoría de sus rivales.

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Martín Simacourbe
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