Los resultados de las evaluaciones en 230 puntos que realiza Checkars antes de comprar un auto usado para luego incluirlo en su catálogo online y ofrecerlo a sus clientes (ver más), confirman que la mitad de los dueños de autos usados podrían prevenir o evitar, sin realizar mucho esfuerzo, el nivel de deterioro que presentan sus vehículos.

“Excluimos de este ránking los fuertes choques o las razones evidentes que bajan el valor de un auto. Nos concentramos en analizar cuáles son esos daños menores que se repiten y terminan afectando el precio de venta”, afirma Jaime Macaya, cofundador de Checkars.

Estos cinco puntos son la pintura, tapizados, ruedas, services y alfombras.

Acondicionar la pintura de paragolpes o guardabarros puede costar entre 5.000 y 10.000 pesos, mientras que un nuevo paragolpes puede ascender a 25.000 pesos.

Los tapizados de los asientos son uno de los elementos que sufren más daño con el paso del tiempo. Con poco más de 1.000 pesos se puede prevenir un deterioro que pese a la hora de venderlo.

Las llantas dañadas son responsables de causar vibraciones, que pueden ser decisivas en una corta prueba de manejo. Con una inversión que no llega a 1.000 pesos, se puede acondicionar una llanta si es de acero. Una de aleación supone un gasto mayor que, a veces, no es tan conveniente. Lo mismo vale para las tazas, aunque aquí el tema es estético. Una nueva cuesta entre 500 y 1.500 pesos.

La documentación también es importante. Impuestos, controles obligatorios deben estar al día, pero también el de los services es un punto sensible para garantizar el buen estado del vehículo. Si los hiciste, es un pecado no guardar los comprobantes de cualquier trabajo.

El último punto es el de las alfombras. Que falten algunas, que estén en mal estado o que no sean todas del mismo juego pueden bajar la percepción del comprador. Un juego nuevo está menos de 2.000 pesos.