Nos subimos al descapotable más barato de la Argentina. Llega importado de Polonia con el 1.4de 100 CV y la caja Dualogic de 6 marchas
Por Martín Simacourbe
Fotos: Miguel Oteiza
La descapotable o cabrio no es una carrocería muy habitual en nuestro mercado. En general son autos de alto valor porque solo así justifica su importación y comercialización en la Argentina.
Pero hay excepciones. La que sobrevive es la del Fiat 500, luego de la discontinuación del The Beetle Cabrio, que si bien era más costoso, era el único producido en la región (México).
El pequeñín de Fiat también se produjo en el país del norte de América, pero actualmente llega importado de Polonia, con la misma configuración mécanica de la versión cerrada (ver prueba), con lo cual no vamos a ahondar demasiado en algunas cuestiones que se repiten, como todas las prestaciones o el nivel de equipamiento.
Aunque se lo llama cabrio (la denominación oficial es 500C), el “fitito” no llega a serlo porque aun con el techo replegado mantiene los parantes. La capota es de lona y se abre/pliega eléctricamente en 15 segundos, pero es posible pausar esta operación en todo momento para dejar la relación de techo/cielo que más nos guste.
Otra buena es la presencia de una luneta de vidrio, eso sí, de muy reducidas dimensiones, con desempañador. El baúl, ya de por sí pequeño en el coupé, se mantiene en 185 litros, pero ya no tiene un portón levadizo, sino una pequeña tapa que deja poco espacio para ingresar grandes objetos. Por debajo aparece nuevamente un auxilio del tipo temporal.
Con la capota plegada (con la lona apiñándose con gracia contra la tapa del baúl) aparece lo mejor del diseño de este 500C, que de por sí es uno de los autos, pese a los años, más lindos del mercado. En esa situación no vas a ver nada para atrás, pero el que venga detrás tuyo va a envidiarte al menos un par de semáforos.
La correcta calidad de terminación, la buena dotación de equipamiento (sobre todo de seguridad), una postura al volante con limitaciones para los más altos y el mínimo espacio en las plazas traseras sacan la misma nota.
También ocurre eso con el motor, que brinda 100 CV suficientes para mover con soltura al 500. Lo que no acompaña del todo bien es la caja Dualogic (una manual robotizada) que es algo arisca en el paso de marchas hasta que uno le encuentra la mano para subir y bajar de velocidad con la selectora o las levas tras el volante.
La mejor cara la muestra en ciudad, pese a que en algunos empedrados sufre la poca distancia entre ejes y trochas, mientras que en la ruta se lo lleva sin problemas a velocidades moderadas. Y si las prestaciones son modestas, brilla en los consumos, siempre reducidos
Este Fiat 500C Lounge vale 967.500 pesos, un valor alto en el mercado, pero que apenas es 15.000 pesos más caro que la versión cerrada (que igual ofrece techo corredizo).
Eso sí, cualquier valor queda casi ridículo sabiendo que el siguiente cabrio en la lista es el Mini (con motor de 192 CV), que vale 61.900 dólares, casi tres veces lo que cuesta el 500.
Leave a Comment
Your email address will not be published. Required fields are marked with *