En 2014, Citroën sorprendió, como es una sana costumbre de la empresa, con la llegada de un modelo rompedor. Se trataba del C4 Cactus, un crossover que estaba basado en el concept Cactus del año anterior.

Las luces de led en forma de ceja, los particulares airbumps laterales, una silueta SUV pero con un techo relativamente bajo y otras tantas innovaciones en el interior lo hicieron un bicho raro que sin embargo conquistó a muchos clientes en el Viejo Continente.

Aquí llegó en cuentagotas en una primera etapa, pero el año pasado, restyling mediante, comenzó su producción en Brasil. Además, la versión sudamericana ganó un despeje mayor y con esto la silueta quedó más cercana a un SUV que la del modelo europeo.

Pese a todo esto, el Jefe de Producto de PSA, Xavier Peugeot, confirmó que no habrá una nueva generación del C4 Cactus cuando esta diga adiós.

Al parecer, Citroën volverá al segmento C con un hatch tradicional que debería ser la reencarnación del C4 “a secas”, pese a que el mismo directivo aseguró que su diseño será único en el segmento hoy dominado por los Golf, 308, Focus y Mégane.

El SUV de Citroën para el segmento B será potenciado con el actual C3 Aircross, que en Europa estrenó generación en 2017 (diferente a la que tenemos por aquí) y que, probablemente, de vida a un nuevo modelo para los mercados emergentes con producción inicial en India.