Ferrari lanzó el modelo más potente de su historia. Como La Ferrari, utiliza un sistema híbrido, pero en este caso puede enchufarse, algo que no ocurría en la coupé de la que se hicieron 499 unidades.

El Stradale utiliza una nueva plataforma y mide 4,71 metros de largo, 1,97 de ancho y 1,19 de alto. No reemplaza a ningún modelo existente en la gama actual.

La combinación de motores da un total de 968 CV que se extraen de un V8 de 4.0 litros de 769 CV y tres motores eléctricos que juntos ofrecen 220 caballos.

Hay un motor eléctrico en cada rueda delantera y otro que alimenta el tren posterior, lo que le da al Stradale tracción integral. La caja es una automática de doble embrague y ocho velocidades.

Las prestaciones son infernales: 2,5 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, 6,7 para llegar a 200 y 340 km/h de velocidad final limitada.

El SF90 Stradale puede circular en modo puramente eléctrico por unos 25 km, con una velocidad limitada a 135 km/h.

Además de un renovado diseño exterior para la marca (se destacan los escapes a media altura), el interior muestra una tecnología no vista anteriormente en una Ferrari. El instrumental es completamente digital y lleva una pantalla curva de 16″, en tanto el volante tiene comandos con zonas táctiles.

También hay dos pequeñas pantalla en la consola central y una selectora de cambios que emula a los clásicos casilleros de las cajas manuales de antaño.