Probamos la versión más equipada del SUV de Kia, con el eficiente motor diesel, la nueva caja de 8 velocidades y renovada multimedia.
Por Martín Simacourbe
Fotos: Miguel Oteiza
No la logran tener fácil los SUV medianos extrazona en la Argentina. Cuando por fin muchos se pudieron sacar la mochila del impuesto al lujo, la devaluación los llevó nuevamente lejos del bolsillo de un montón de compradores, y las cifras de venta volvieron a ser magras.
Sin embargo, quien logra subirse a uno de estos modelos, encuentra un vehículo de calidad, moderno y con cierta capacidad para aventurarse más allá del asfalto.
En el caso del Sportage, suma además algo que ya no es habitual, ni siquiera en este segmento: la motorización diesel, incluso en una versión que no es la tope de gama que probamos en esta ocasión.
La gama se compone de tres niveles de equipamiento, dos motorizaciones, dos tipos de caja (ambas automáticas) y dos de tracción, que se combinan hasta ofrecer cinco versiones, que van de los 35.500 a los 51.500 dólares
DISEÑO/ESTILO
Lo que voy a comentar vale para casi todo lo referente al Sportage. Tal como hace la marca y otras de origen oriental, este SUV no muestra fuertes cambios con respecto al anterior. Ni en el diseño, ni en la motorización o en el equipamiento. Cada actualización (que suelen ser más habituales que en otras automotrices) suma sutiles modificaciones que no dejan descontento al cliente actual, pero sí puede dejar gusto a poco a quien esperaba un salto mayor.
En esta oportunidad, el Sportage suma mucho de lo que se le estaba reclamando. En lo estético, hay una nueva mirada gracias a los esperados faros led tanto en las ópticas principales como en los antiniebla. Después, es prácticamente el mismo, y eso es algo bueno, porque debe ser de los modelos más lindos del segmento, con una figura compacta, agresiva y que gana deportividad gracias a las renovadas llantas.
INTERIOR/CONFORT
Por dentro se repite la receta. La multimedia ganó un nuevo sistema con espejamiento del celular a través de Android Auto y Apple Car, pero la pantalla, salvo cuando se hace esta operación, es monocromática y no cuenta con navegador. También suma la carga inalámbrica de celulares, siempre y cuando el modelo sea compatible.
En términos estéticos pareciera que pertenece a una generación anterior, con mucha botonera disponible, pero esto es algo que puede verse como antiguo por un lado, pero sumamente práctico por el otro. Los comandos son siempre generosos, intuitivos y de fácil alcance. Y cada operación requiere el tiempo justo, lejos de los varios pasos que ahora exigen los nuevos sistema aglutinados en las modernas pantallas táctiles.
Lo mismo vale para el tabero. El Sportage no cuenta con el novedoso instrumental digital que proponen, por ejemplo, 3008 y Tiguan, dos competidores de peso en el segmento. Pero la información que se brinda detrás del volante es de impecable lectura, con una computadora central que informa lo necesario y cuarto agujas con caracteres que aprueban los que ya van -vamos- necesitando anteojos.
La postura de manejo es muy buena, más cercana a un auto que a un utilitario, pese a una posición elevada, con una butaca cómoda y de regulaciones eléctricas. Al fácil acceso a todo se suma una muy lograda insonorización y una calidad de terminación que si bien no brilla, no deja casi ningún cabo suelto para criticar.
Atrás, pese al buen espacio a lo alto y a lo largo, el ancho no es del todo generoso, y eso lo sufre en parte un quinto pasajero, que además encuentra un túnel de transmisión voluminoso. Pero como decíamos antes, la Sportage suma siempre algo nuevo. Si bien sigue sin mostrar un banco corredizo, ahora agregó la reclinación del respaldo, para agregar algo de modularidad a los que viajan atrás.
El baúl está dentro de la norma, con casi 500 litros, aunque hay varios rivales que lo superan. Eso sí, debajo aparece una rueda del mismo tamaño a las titulares, lo que compensa con creces esos litros de menos que ofrece el espacio de carga.
Quizás lo que más sufra la Sportage con respecto a alguno de sus rivales, es la imposibilidad de sumar una tercera plaza, algo disponible en el Tiguan y la 5008.
El equipamiento de confort contempla lo necesario, con techo panorámico corredizo, sensores, acceso sin llave y cámara de retroceso.
MOTOR/PRESTACIONES
No hay cambios en la motorización pero sí en la transmisión, que pasa de seis a ocho marchas, permitiendo algunas mejoras en las recuperaciones y también en el consumo a velocidades crucero, que ya era reducido por su condición de diesel.
El CRDi de 2.0 litros es un propulsor potente, con 185 CV (la misma potencia de su “primo” el Tucson y mayor a la de 3008 y Tiguan) y que responde muy en todo el rango de uso, sobre todo gracias a un torque generoso de 41 kgm desde las 1750 vueltas.
La llegada de la nueva caja aporta más que nada una sobre marcha arriba, pero la nueva configuración también permite que el motor encuentre siempre el cambio justo y el paso de marchas sea imperceptible. Además, otra cosita que suma y que era un faltante, es la posibilidad de comandar la caja a través de las levas al volante.
Las prestaciones son muy buenas, con menos de 10 segundos para llegar a 100 km/h y recuperaciones de 80 a 120 km/h en menos de 7 segundos.
Los consumos son los típicos de un diesel de más de 1.500 kilos, con casi 7 l/100 km en ruta y 11,5 en la ciudad, donde más sufre este tipo de vehículos.
COMPORTAMIENTO
Este es otro punto donde el Sportage se disfruta mucho, porque la dualidad de uso es muy amplia. Pese a las llantas de 19 pulgadas con neumáticos de perfil bajo, las suspensiones indpendientes devuelven un muy buen confort de marcha tanto en la ciudad, con los miles de inconvenientes que nos encontramos, como en la ruta, con buenos asfaltos y de los otros.
Y cuando se la exige, también responde, porque ese confort no la hace inestable sino todo lo contrario. Quizás no tenga el aplomo ni la velocidad de paso en curvas de una Tiguan o un 3008, pero la diferencia es mínima y le sobra paño para desenvolverse en caminos montañosos o con curvas cerradas.
La dirección aporta su cuota con tres modos de uso que se notan, graduando la asistencia en favor de la exigencia que se necesite al momento, con enorme suavidad en ciudad y más rudeza en ruta.
Y el aporte de la doble tracción se valora en terrenos complicados o en asfaltos mojados, donde eleva la seguridad de conducción. Pese a que cuenta con bloqueo del reparto, algo que suma ante otros SUV donde todo queda en manos de la electrónica, el uso off road es limitado y sirve para algunas incursiones en tierra, barro ligero y también en la arena, donde es fácil divertirse gracias al buen torque y la mencionada entrega de potencia, bien pareja y que permite, con experiencia, salir airoso de una travesía costera.
SEGURIDAD
Bien por los seis airbags y la acostumbrada dotación que suelen tener este tipo de vehículos. Pero como venimos mencionando en varios de este precio, empieza a sentirse como faltante algunas ayudas a la conducción como mantenimiento de carril, control crucero adaptativo o frenada de mergencia, elementos que ya ofrece, por ejemplo, la dupla 3008/5008.
En los crash test europeos le fue muy buen, con cinco estrellas y en cuanto al frenado, lo hizo en distancia apenas criticables, con poco más de 40 metros para el 100-0. Bien por los nuevos faros de led, de muy buen alcance y luz.
PRECIO/COMPETENCIA
Al borde del impuesto al lujo, este Sportage full diesel se consigue, a precio de lista, por 51.500 dólares (al cambio actual, unos 2.369.000 pesos). Ya cuenta con una bonificiación de 2.000 dólares, que en cada concesionario se podrá pelear mejor.
La competencia está pareja en este tiempo de precios extraños. Solo hay tres opciones más con motor diesel. El Hyundai Tucson cuesta 1.000 dólares más y es muy similar en cuanto a motor, equipamiento y reputación de la marca.
El Peugeot 3008 vale 1.969.000 pesos (lo mismo que el 5008 por el tope que pone la marca a sus vehículos al borde del impuesto), con motor HDi de 150 CV, más equipamiento de seguridad y un ambiente interior más moderno, aunque sin el respaldo de las marcas coreanas.
Y por último aparece la Tiguan Allspace TDi, que con otros 150 CV, aporta como extra las siete plazas y el respaldo de VW en un producto muy parejo en todo sentido.
La decisión no es fácil, pero el Sportage tiene un diseño que atrae mucho y un combo general en donde resulta bastante complicado encontrarle fallas. Todo con una garantía de 5 años que no es solo un número atractivo, sino que se respalda en una marca con una tradición muy respetada en este tipo de vehículos.
Lo Bueno
Comportamiento
Calidad general
Prestaciones y consumos
Motorización y caja
Garantía de 5 años
Lo Malo
Faltantes de seguridad
Precio algo elevado
Limitaciones off road
Quinta plaza
Interior sobrio
FICHA TECNICA
Motor
4 cilindros, 16 válvulas
Cilindrada: 1.995 cm3
Alimentación: Diesel
Potencia: 185 CV a 4000
Torque: 41,0 kgm entre 1750 y 2750 rpm
Transimisión
Caja: Automática de 8 velocidades
Tracción: Integral
Frenos: Disco ventilado/Disco
Tren de Rodaje
Suspensiones: McPherson/Multilink
Dirección: Eléctrica
Neumáticos: 245/45 x 19″
Dimensiones y Capacidades
Largo/Ancho/Alto: 4,485/1,855/1,635 mm
Peso: 1.668 kg
Baúl: 491 litros
Tanque: 62 litros
EQUIPAMIENTO DE CONFORT
Acceso y arranque sin llave
Butaca con regulación eléctrica
Cámara de retroceso
Climatizador de doble vía
Control crucero
Encendido automático de luces
Llantas de aleación
Pantalla táctil
Pack eléctrico
Portón eléctrico
Sensor de estacionamiento del/tras
Sensor de lluvia
Tapizado de cuero
Techo panorámico corredizo
EQUIPAMIENTO DE SEGURIDAD
Airbags frontales, laterales y de cortina
ABS
Apoyacabezas (5)
Cinturones inerciales (5)
Control de tracción y estabilidad
Isofix
Faros de led diurnos
Faros full led
PRESTACIONES
Aceleraciones
0-100 km/h: 9,7 s.
0-400 metros: 16,8 s.
0-1000 metros: 31,1 s.
Recuperaciones
80-120 km/h en D: 6,9 s.
Frenada
100-0 km/h: 40,9 mts.
140-0 km/h: 73,7 mts.
Consumos
100 km/h: 6,8 litros/100 km.
130 km/h: 7,8 litros/100 km.
Urbano: 11,5 litros/100 km.
1 Comment
Guillermo
28 mayo, 2019, 2:03 pmTuve Cerato y ahora Sportage, son productos que no defraudan nunca, cero críticas, de calidad superior a la media, la Sportage es un vehículo increíble que se comporta de la mejor manera en cualquier situación de manejo, es cómoda, sólida y transmite una impresionante sensación de seguridad, no importa que pase afuera sentís que nada te va a afectar. Mi próximo vehículo será otro Kia sin dudas.
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