Prueba: Mercedes-Benz A250 AMG-Line

  • DISEÑO
  • HABITABILIDAD / CONFORT
  • PRESTACIONES / MOTOR
  • COMPORTAMIENTO
  • SEGURIDAD
  • PRECIO / COMPETENCIA
  • EQUIPAMIENTO

Mercedes-Benz A250 AMG Line

- Precio US$ 63.300
- Potencia 224 CV a 5500
- Aceleración 0 a 100 km/h 7,2 seg.
- Consumo promedio 8,8/100 km

La nueva generación del mediano de Mercedes llega en tres versiones. Probamos la más potente, con motor de 224 CV y excelentes prestaciones.

Por Martín Simacourbe
Fotos: Miguel Oteiza

La historia del Clase A es conocida. Nació en 1997 como el primer monovolumen chico de la marca y en 2012 dejó todo atrás para pasar al formato bicuerpo que hoy repite con esta generación que estamos probando. Los cambios se notan, aunque las líneas son continuistas.

En la gama hay tres versiones, con dos motores bien diferenciados: en la baja y media gama hay un propulsor desarrollado junto a Renault (la alemana y la francesa colaboran más allá del romance Twingo/Smart) con 1.3 turbo y 163 CV y un 2.0 turbo de 224 caballos, solo disponible en la versión que evaluamos.

Por potencia y tamaño, el Clase A es rival de los Alfa Romeo Giulietta, Audi A3, Hyundai Veloster, Peugeot 308 S y Volkswagen Golf GTi, el único que se produce regionalmente.


DISEÑO/ESTILO
Como dijimos, el estilo es continuista. Es un poco más largo (solo 12 cm) que el anterior, algo que se ve sobre todo en el largo del capot, que además se sitúa más bajo, con lo cual, con faros que también se afilaron y lucen más chatos, en la nueva y agresiva mirada se ven los principales cambios del Clase A.

Lateralmente perdió el particular moldeado que mostraban las puertas y atrás se repite la idea de los faros más estilizados y molduras que acompañan de forma más agresiva a las salidas de aire.

No rompe ningún molde, pero muestra elegancia y un toque de agresividad, un combo ideal para quien, quizás, se sube por primera vez a un Mercedes.


INTERIOR/CONFORT
Lo mejor viene por dentro y no porque el exterior pase desapercibido, ya que es una auto con muchos atractivos. Pero la distinción del Clase A por sobre el resto del segmento se da una vez que uno se acomoda en la butaca.

Antes que nada, la posición de manejo es excelente, con una butaca deportiva que sujeta a la perfección y regulaciones eléctricas que permiten ir bien bajo si se quiere una postura deportiva o algo más elevado para mejorar una visibilidad que no es el punto fuerte.

La calidad es muy superior a la del Clase A anterior, con materiales de muchas texturas diferentes pero que, salvo algunas pocas perillas, se disfrutan al tomar contacto.

Pero claro, las vedettes son las pantallas que conforman el tablero y la multimedia, que forman una única pieza de estilo tablet, sin ninguna visera (algo que puede molestar la visión en alguna ocasión).

La información que brindan es interminable, y no estoy exagerando. Por supuesto que hay un límite, pero en los siete días que tuve el auto estoy seguro de no haber abordado todos los menúes que existen.

La pantalla táctil (la primera que se puede “tocar” en un Mercedes) tiene lo clásico de la multimedia, los mapas, pero también ajustes varios, como el del tipo de conducción (Sport, Confort, Eco), el sistema de parking y muchas más opciones.

Se puede comandar desde el volante (con una pequeña zona táctil), desde la pantalla, desde el comando central entre los asientos (donde se pueden dibujar letras, por ejemplo, pero también acceder de modo fácil a varias funciones) y por la voz, con un sistema similar al de los celulares de última generación en el que uno dialoga con el vehículo tras decir “hola Mercedes”, para decirle que está con frío o quiere escuchar alguna canción.

Para colmo, el tablero digital también tiene tres secciones con múltiples vistas. Desde la clásica con velocímetro y cuentavueltas, pasando por la computadora de a bordo o el mapa, que también puede visualizarse ocupando el máximo de esa pantalla de 10 pulgadas.

La resolución de estas dos pantallas es de gran calidad, algo que solo se puede ver en los gráficos, sino también en la cámara de marcha atrás, de impecable definición.

Si bien parece pesado el tener tanta información, una vez resuelto qué se quiere saber de primera mano, el acceso a lo importante es relativamente sencillo.

También escapa de lo común el selector de caja (aunque es típico de los últimos Mercedes) ubicado en la columna de dirección y las entradas USB, todas del tipo C de carga rápida. Esto impidió, por ejemplo, que pudiéramos parear nuestro celular (incluso con este tipo de cable).

Pese a la presencia del techo panorámico corredizo, la altura que ofrecen las plazas traseras es bastante buena, pero donde no sobra lugar es a lo ancho (mejor cuatro que cinco en una butaca central dura) y para las piernas, algo repetido en las bicuerpo medianos destinados al mercado europeo.

El equipamiento de confort es muy completo, sin faltantes de importancia y con el estacionamiento asistido como estrella. Es la primera vez que manejo un modelo en el que no solo puedo soltar el volante sino también los pedales, y que el vehículo estacione (perpendicular o paralelo) sin hacer absolutamente nada tras encontrar el hueco.

El baúl tiene una medida estándar para el segmento, con 341 litros y debajo aparece… no aparece nada, ya que tiene neumáticos del tipo Run flat, algo para nada agradable si rompés uno y tenés que esperar el auxilio.


MOTOR/PRESTACIONES
El 2.0 turbo es el mismo motor del anterior Clase A, pero convenientemente revisado para mejoras las prestaciones y consumos. Entrega 224 CV y un torque se presenta desde las 1800 vueltas, acompañado de una caja automática de doble embrague, siete marchas y levas al volante.

La combinación es excelente, porque el rango de uso de esta motorización y la velocidad de la transmisión hacen que siempre se tenga potencia disponible bajo el pie derecho.

Se lo puede utilizar en modo Eco, Normal o Sport, que predispone al motor para estar más atento, elevando las revoluciones y estirando los cambios, además de sumar decibeles al ruido que entrega el propulsor.

Las prestaciones son muy buenas, con poco más de 7 segundos para acelerar y poco más de 4 para recuperar, cifras comparables con el Golf GTi (que anuncia 230 CV) y superiores a las del 308 S GT que probamos hace poquito.

A todo, los consumos son realmente bajos, con cifras menores a las obtenidas en los productos de VW y Peugeot. Hablamos de casi 6 l/100 km en ruta y 7 en autopistas, sin llegar a 11 en ciudad, lo que es realmente bueno, sobre todo si lo comparamos con el 308, que utiliza un propulsor de menor cilindrada (1.6).


COMPORTAMIENTO
El andar del Clase es de lo mejor de su segmento. Porque además de todo los que uno espera a nivel dinámico de un modelo acompañado por la sigla AMG (aunque sea algo más estético que mecánico), es bastante confortable en la ciudad.

El trabajo de las suspensiones es muy bueno en el día a día, pero siempre cuando hablamos de asfaltos en buen estado. Ante los empedrados y demás, el Clase A (y vos también) sufre un poco (al nivel del un 308 S u otros sus rivales europeos), pero lo que más duele es el poco despeje, que provoca estar atento por demás a cunetas y lomos de burro.

En ruta está a la altura de lo esperado, con un muy buen desempeño. Y no es un auto que, por deportivo, canse. Se puede circular a altas velocidades, trazando distintos tipos de curva, sin grandes esfuerzos. Y creemos que quien se acerque a este A250 estará buscando precisamente eso.

En esta versión, se suma que el tren posterior es independiente (algo que no brindan los 1.3), lo que maximiza el rendimiento. Completa una dirección franca, que te va a dejar bien claro, desde el volante, por donde vas llevando a este Clase A.


SEGURIDAD
El rubro nos deja un sabor agridulce. El paquete que a esta altura es básico par un auto de este tipo, está completo y con creces: siete airbags, ESP, excelente desempeño en las pruebas de choque, etc. Hasta el rendimiento de los frenos es valorable, aunque no sea de los mejores en cuanto a las distancias de frenado.

Pero le faltan asistentes que ya están disponibles incluso en versiones “cero premium” de tamaño similar (como Cruze, Focus o 308) per0 que cuestan mucho menos. No hay control crucero adpatativo, mantenimiento de carril o frenada de emergencia. Y son cosas que el Clase A lleva en Europa. Entendemos que este tipo de elementos encarecería por demás el producto, pero que ni siquiera formen parte de un paquete para el que quiera tenerlo nos parece un error sabiendo que hay otros que sí lo brindan.


PRECIO/COMPETENCIA
Como vimos antes, este A250 se despega en la gama por el motor, pero también por el equipamiento. Sin embargo, es el impuesto al lujo el que lo separa mucho en la gama (los A200 valen 38.900 y 43.500 dólares, y este A250 63.300), pero también ante sus rivales.

Ninguno de sus competidores lo paga. Y así, un Volkswagen Golf GTi (230 CV) vale 1.318.000 pesos (un precio totalmente desfasado del mercado); un Peugeot 308 S GT (225 CV), 1.620.000; un Audi A3 (190 CV), 44.300 dólares; un Alfa Giulietta (250 CV) 34.700 euros y un Veloster (250 CV) 2.030.000 pesos.

Es un precio excesivo, que podrán pagar aquellos que valoran todo lo bueno que trae este Mercedes en cuanto a prestaciones, el interior (tanto en calidad como en placer a bordo) y, por supuesto, el hecho de llevar la estrella en la trompa, algo de lo que solo puede presumir el A3 (con nueva generación a la vista) del listado anterior.

Hay otro punto a mejorar en la oferta de Mercedes. Y es la garantía, con solo dos años.


Lo Bueno

Comportamiento
Prestaciones
Equipamiento de confort
Calidad interior
Posición de manejo

Lo Malo

Precio/Garantía
Faltantes de seguridad
Espacio interior
Despeje reducido
Sin auxilio


FICHA TECNICA

Motor
4 cilindros, 16 válvulas
Cilindrada: 1.991 cm3
Alimentación: Nafta
Potencia: 224 CV a 5500
Torque: 35,7 kgm a 1800 rpm

Transimisión
Caja: Automática de siete marchas
Tracción: Delantera
Frenos: Disco ventilado/disco

Tren de Rodaje
Suspensiones: McPherson/Multilink
Dirección: Eléctrica
Neumáticos: 225/45 x 18″

Dimensiones y Capacidades
Largo/Ancho/Alto: 4,292/1,780/1,433 mm
Peso: 1395 kg
Baúl: 341 litros
Tanque: 55 litros

EQUIPAMIENTO DE CONFORT
Acceso y arranque sin llave
Butaca eléctrica calefaccionada
Cámara de retroceso
Climatizador bizona
Control crucero
Encendido automático de luces
Estacionamiento automático
Faros antiniebla traseros
Faros full led
Llantas de aleación
Pantalla táctil con navegador
Pack eléctrico
Sensor de estacionamiento del/tras
Sensor de lluvia
Tapizado de cuero
Techo corredizo
Volante de doble regulación

EQUIPAMIENTO DE SEGURIDAD
Airbags frontales, laterales, de cortina y de rodilla
ABS
Apoyacabezas (5)
Cinturones inerciales (5)
Control de tracción y estabilidad
Isofix
Faros de led diurnos

PRESTACIONES

Aceleraciones
0-100 km/h: 7,2 s.
0-400 metros: 15,3 s.
0-1000 metros: 27,2 s.

Recuperaciones
80-120 km/h en D: 4,3 s.

Frenada
100-0 km/h: 39,1 mts.
140-0 km/h: 71,5 mts.

Consumos
100 km/h: 5,7 litros/100 km.
130 km/h: 7,0 litros/100 km.
Urbano: 10,7 litros/100 km.

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1 Comment

  • Juan Bautista
    18 abril, 2019, 9:51 pm

    "Las prestaciones son muy buenas, con poco más de 7 segundos para acelerar y poco más de 4 para recuperar, cifras comparables con el Golf GTi (que anuncia 230 CV) y superiores a las del 308 S GT que probamos hace poquito" El 308 s gt tare 225 cv o hp, antes el gti traia 270 cv o hp. Por ende esta 1 cv por encima del Mercedes Clase A tope de gama

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