El de Ginebra debe ser el motor show en el que más prototipos se muestran. Y Kia no pudo faltar a ese llamado. Para esta ocasión, la marca coreana creó un crossover con algunos intersantes adelantos.

El primero es el de la fusión completa entre una berlina y un SUV, algo ya visto muchas veces en la industria. Kia no habla de un posible modelo derivado de este prototipo, aunque seguro muchas de sus líneas impactarán en los futuros diseños, sobre todo en los de la próxima gama eléctrica de la marca.

Una novedad es el rediseño de la parrilla, que mantiene sus formas pero que ahora engloba a los faros gracias a una tira led. El Imagine tiene una pintura con capas de cromo y cobre.

La otra es el renovado logo de la marca, compuesto por las tres letras de modo casi simétrico, creando una K con un diseño espejado al de la A. Además de la renovación de la tipografía, desaparece el óvalo que actualmente encierra las letras.

El parabrisas forma un mismo elementos con el techo, hay dos “burbujas” sobre las cabezas de los pasajeros posteriores (al mejor estilo Peugeot RCZ), los espejos utilizan cámaras y las llantas son de 22 pulgadas. Los neumáticos, especialmente creados por Goodyear, son capaces de enviar información acerca del terreno para seleccionar el modo de manejo.

Pero lo más llamativo del Imagine se ve al abrir las puertas (lo hacen hacia los extremos, sin parante central). Para reirse de la carrera por ver qué marca pone más pantallas en el interior, Kia ha dotado a su prototipo de nada menos que 21 de estas, formando un arco por sobre la consola.

Desde la visión del conductor, estas pantallas en forma de abanico dan la sensación de ser una sola, con información acerca de la conducción, el clima, la multimedia y la navegación.

El Imagine es puro diseño, ya que Kia no otorgó datos acerca de su motorización, salvo que es un eléctrico con recarga inductiva, es decir que no necesita cables. No hay cifras de potencia, autonomía de viaje o una posible conducción autónoma.