Como parte de los festejos por su cien años, Citroën presentará en Ginebra un prototipo que tiene varios elementos retro, pero también muchas soluciones futuristas.

Los guiños al pasado se encuentran en la denominación Ami, que fuera un modelo de los 70 que también ingresó al país (ver los que no) y también en los tiradores de puerta (externos e internos) y el techo corredizo manual, como supo tener el 2 CV.

El Ami One mide menos que un Smart: 2,5 metros de largo y 1,5 de ancho, con un peso de 450 kilos. Está homologado como un cuatriciclo, con lo cual en Europa podría ser conducido sin carnet desde los 16 años.

El motor es eléctrico y aunque Citroën no habla de potencia, puede recorrer hasta 100 km con una velocidad máxima de 45 km/h. La batería se puede recargar en dos horas en un wallbox.

Está pensado para un uso compartido, sin titularidad, por eso varios de sus elementos son de fácil recambio ante pequeños accidentes. Tanto las luces como los guardabarros delanteros y traseros son idénticos.

Las puertas abren de diferente manera: la izquierda tipo suicida y la derecha de forma tradicional. Los asientos también son asimétricos, con el del conductor levemente adelantado para aprovechar el ancho. No hay portón para acceder al baúl.

El auto se abre a a través del celular, y con el se pueden comandar la mayoría de las funciones, que son aplicaciones que el usuario puede descargar previamente.

Lo más llamativo es el uso compartido. Citroën prevé que el Ami One pueda ser alquilado por espacio de 5 minutos, 5 horas, 5 días, 5 meses y hasta 5 años, con planes que incluyen mantenimiento y costos de estacionamiento.