Se llama Stan y es el nuevo encargado del estacionamiento del aeropuerto londinense de Gatwick. Se trata de un robot eléctrico y autónomo que promete aumentar un 30 por ciento la cantidad de plazas disponibles.

El sistema comenzará a operar a prueba durante agosto y por tres meses, nada menos que los de la temporada vacacional del hemisferio norte.

La operación es bien sencilla tanto para el conductor como para Stan. El viajero dejará su vehículo en unas cabinas cerradas con las que cuenta el sistema. Allí dejará los datos de cuándo pretende retirar el vehículo.

Una vez que Stan determina que tiene un lugar libre en la playa de estacionamiento, será el encargado de llevarlo en forma totalmente autónoma. El proceso comienza midiendo al modelo, para determinar dónde va a ser estacionado.

Luego el vehículo es enganchado por uno de sus ejes y llevado por medio del GPS hasta donde quedará depositado.

Se cree que con la llegada de Stan, el aeropuerto de Gatwick ganará un 30 por ciento de los espacios disponibles en un estacionamiento lejos de la terminal, gracias a que los vehículos se estacionan mucho más pegados, al no necesitar abrir las puertas una vez terminada la operación.

Al regresar el viajero, el proceso será la a la inversa. Con los datos del regreso disponibles, Stan se encargará de buscar el vehículo y tenerlo listo cuando el conductor se dirija a las cabinas donde inicialmente dejó su unidad.