En 2018, Renault quedó a menos de 3.000 unidades de alcanzar la cima del mercado nacional contando automóviles y comerciales livianos.

Para 2019, la marca no espera decididamente superar a Volkswagen, aunque la llegada de la Alaskan, un producto que no viene a reemplazar a otro existente, podría aportar las unidades suficientes para conseguirlo.

El de la pick up será el lanzamiento más importante para la marca. Tras varias postergaciones (iba a llegar a fin del año pasado), la idea de la empresa francesa es anunciar en el otoño la fecha de inicio de la producción en Santa Isabel para lograr presentar el modelo antes de fin de año.

Para mediados de año, la novedad será el Kwid Outsider , la versión más aventurera del pequeño del rombo. Mantendrá el motor y los principales equipamientos.

Otro modelo totalmente nuevo, pero que aportará un puñado de unidades es el Mégane IV RS, la variante deportiva de la cuarta generación del hatch. Tiene un motor 1.8 tubo de 280 CV y un tratamiento especial de todo el conjunto mecánico. Llegará en algún momento de la segunda mitad del año.

Las otras dos novedades corresponden a la familia Logan/Sandero, algo que no fue confirmado por la empresa, pero que también debería estar listo una vez superada la mitad de 2019. El hatch, el sedán y la versión aventurera Stepway seguirán siendo producidas en Santa Isabel para el mercado interno.

El restyling aportaría nuevas ópticas y paragolpes delantero, nuevas luces traseras en el caso del hatch (que ingresan al portón, como muestra la proyección), el estreno del motor 1.6 SCe (que utilizan Kangoo y Captur), la caja automática y el esperado control de estabilidad.

Por último, luego de varios meses de discontinuada su producción, el Fluence desapareció de la página web de la marca. Hoy esos potenciales clientes serán captados por Captur, principalmente, ya que no habrá novedades entre los medianos.