La segunda generación del Chevrolet Tracker (el modelo debutó en 2013) ya está siendo probada en Estados Unidos.

Aun cuando el camuflaje del modelo es bastante intenso, es posible detectar que hay varios guiños al diseño del Blazer, recientemente revelado (ver lanzamiento).

Uno de ellos es el formato de la trompa, con ópticas divididas al mejor estilo de los Citroën C4 Picasso o Fiat Toro, por nombrar a algunos.

El resto de las líneas son muy similares, salvo por pequeñas diferencias como por ejemplo los espejos integrados al vidrio o la curvatura de los pasarruedas. Incluso podría tener una inédita tercera ventanilla lateral.

Claro que la principal diferencia será el tamaño. Mientras el Blazer alcanza los 4,92 metros de largo, el nuevo Tracker no debería superar los 4,30 metros.

En el mercado sudamericano, el Tracker debería adoptar la nueva plataforma GEM que dará vida a los nuevos Onix, Prisma, Cobalt y Spin, además de la renovación del SUV.

Todos serán producidos en Brasil, a diferencia de lo que sucede con el actual Tracker, que llega importado de México.