Prueba: Renault Captur Intens 1.6 CVT

  • DISEÑO
  • HABITABILIDAD / CONFORT
  • PRESTACIONES / MOTOR
  • COMPORTAMIENTO
  • SEGURIDAD
  • PRECIO / COMPETENCIA
  • EQUIPAMIENTO

Renault Captur CVT

- Precio $ 551.200
- Potencia 115 CV a 5500
- Aceleración 0 a 100 km/h 13,7 seg.
- Consumo promedio 8,6/100 km

El SUV del rombo fabricado en Brasil suma la esperada caja automática, pero asociada únicamente al nuevo motor 1.6. Así se posiciona por encima de la opción 2.0 manual.

Por Martín Simacourbe
Fotos: Matías Antico

En el peleadísimo segmento de los SUV compactos, una de las claves es qué opciones se le brindan al cliente. Y más allá de que la Captur tenía variados argumentos en la gama para hacerlo atractivo, carecía de una opción automática en el mercado argentino.

En Brasil esa versión existe desde hace tiempo en el 2.0, pero con una caja de sólo 4 marchas que la filial local (por suerte) prefirió pasar de largo. Ahora, la gama se enriquece con la llegada de las novedades heredadas de la alianza con Nissan: al Captur se suman el motor 1.6 y la caja CVT que desde hace tiempo ofrecen los productos de la japonesa, incluso el Kicks que batalla mano a mano con esta Captur.

Lo extraño del combo hace que el motor 1.6 ahora abre y cierra la gama Captur, encerrando a las opciones existentes de 2.0 litros manual. La base es la 1.6 Life con caja manual de cinco marchas y la full esta Intens CVT que probamos, aun cuando ofrece 28 caballos menos que la 2.0 de idéntica dotación, pero sin la demandada caja automática.


DISEÑO/ESTILO
Nada, nada cambia en la estética de la Captur Instens CVT. Hay que hacerse viserita con la mano y pegar la ñata contra el vidrio para ver qué caja tiene. No hay un logo ni cambio de llantas. Y es que el equipamiento Intens ya existía.

Esto no es nada malo porque de las mejores cosas que tiene la Captur es su apariencia. Está bien dimensionada, la pintura bicolor de esta versión full le queda muy bien y las llantas son agradables. En síntesis, todo lo que el ojo le puede reprochar a la gama Dacia (Sandero, Logan, Duster, más allá de las continuas mejoras), se disfruta a pleno.


INTERIOR/CONFORT
Por dentro las sensaciones son encontradas. Se repite el buen diseño general, pero los encastres no están tan bien cuidados. Además de esta versión, he manejado infinidad de Captur y la guantera superior (por ejemplo), no siempre cierra bien. Todo es más lindo que en una Duster, pero los plásticos están apenas un escalón por encima. No así la insonorización al viento, que es decididamente mejor (no tanto la del motor). En síntesis, la calidad queda por detrás de las mejores propuestas del segmento (HR-V, Renegade o Tracker).

La posición de manejo es mejorable porque el volante no regula en profundidad. Igual cumple con el primer requisito que pide el cliente: viajar alto (quizás demasiado pese a la regulación en altura de la butaca) y tener una buena visión panorámica.

El tablero tiene sus críticos pero a mi me agrada mucho porque cada vez valoro más (con tanta fotomulta) que me ofrezcan un velocímetro digital bien claro que uno de aguja. Aun así se lo ve un poco despojado de información, pese a que la compu (como estila Renault) muestra bastante data.

Atrás se agradece el estar apoyado en la plataforma de la Duster. Hay muy buen espacio a lo ancho, aunque a lo largo no están disponibles los centímetros de su hermana económica. Igual tranquilo, es de las más generosas a espaldas del conductor y sólo una HR-V (además de la Duster) ofrece más lugar. Lo mismo pasa con el baúl: 437 litros es de lo mejorcito, muy cerquita de la capacidad de la Honda o el Kicks. El auxilio, que va por debajo de la carrocería, es del tipo temporal.

El equipamiento es completo, aunque sin algunos elementos extra como puede ser el techo corredizo o algunos asistentes de seguridad que empiezan a llegar al segmento. Hay acceso y arranque sin llave, pantalla táctil con cámara, climatizador, cruise control y sensores varios.


MOTOR/PRESTACIONES
La buena nueva en el Captur es la mecánica. El motor, el HR16, es absolutamente nuevo en Renault (ahora se le sumó la Kangoo cordobesa), pero hace tiempo equipa a los Nissan March, Versa, Note y Kicks (beneficios de la alianza). Es una evolución bienvenida al K4M clásico del rombo pero que nunca ofreció el Captur. Primero, es cadenero, algo que siempre valoramos. Además, es de distribución variable, con lo que ofrece algo más de potencia, pese a que Renault lo hace rendir 115 CV, cuando Nissan lo lleva hasta 120 en la Kicks.

A este motor lo acompaña la caja CVT, que de a poco se irá sumando a la gama de modelos chicos del rombo. Es una clásica de variador continuo, con seis marchas prefijadas, que se comandan por el modo secuencial, aunque sin levas al volante.

Pese a que el combo es bienvenido, el resultado no es el mejor porque en las prestaciones el Captur flaquea bastante, incluso con números que están por debajo de lo obtenido por el Kicks (pesa 170 kilos más), como por ejemplo los casi 14 segundos en los que acelera.

Así, queda lejos de lo que ofrece la propia Captur 2.0 o, entre las automáticas, lo que entrega una HR-V. Para hacer un sobrepaso o llevarla con soltura en la ruta hace falta apretar fuerte el acelerador y armarse de paciencia.

Debido a los altos consumos que suelen entregar los motores 1.8 o 2.0 del segmento, son varios los modelos que están ofreciendo cilindradas más pequeñas para contener esos valores, pero junto al equipamiento full: lo podemos ver en Kicks, 2008, Creta, Vitara y la EcoSport 3 cilindros.

En esta Captur logramos algo menos de 7 l/100 a 100 km/h constantes, 9 a 130, que son valores contenidos para este tipo de vehículos, pero casi 11 en ciudad, donde se nota el trabajo permanente de la caja y, nuevamente, el elevado peso.


COMPORTAMIENTO
Tal cual sucede en la Duster, con la cual comparte plataforma, la dinámica del Captur está orientada a brindar un excelente confort de marcha. Y allí se disfruta mucho tanto la dirección liviana, las suspensiones suaves, el buen talón de los neumáticos de 17” y un motor que, junto a la caja CVT, responde muy bien en el día a día de la ciudad. Se la disfruta mucho aunque el estado de las calles no sea el mejor y está mejor configurada para esto que las Tracker, Cactus o Creta.

La contracara está en la ruta. Y no sólo por lo que nombraba de las prestaciones, sino también porque esa suavidad la torna menos capaz que una HR-V, Renegade, 2008 o la propia Tracker. No es inestable, pero se inclina con mayor facilidad y a la dirección, pese a ser eléctrica, le falta una dosis de dureza como para llevarlo mejor por donde uno desea.


SEGURIDAD
Por suerte, ese tipo de inclinaciones o lo suvbirante que se torna ante curvas cerradas se minimiza por la acción del ESP, que está disponible en todas las versiones como ya sucede en casi todo el segmento. A eso se suma, desde el vamos, la presencia de cuatro airbags, algo que esta vez sí, no se encuentra tan fácil en versiones básicas e incluso en lo que cuesta esta Captur Intens. Se le podría reclamar a esta opción los airbags de cortina, pero valoramos más la dotación pareja en toda la gama que una escalonada.

En cuanto a los frenos, el rendimiento no da ni para la crítica feroz ni para el aplauso: logró detenerse en poco más de 41 metros con la combinación disco/tambor.


PRECIO/COMPETENCIA
El valor de este Captur Intens CVT es de 551.200 pesos, un precio competitivo porque, en general, los rivales directos están algo más caros (EcoSport 1.5 Titanium a $575.000, Renegade Sport a $589.000, Kicks Exclusive a $584.000 y HR-V EX a 599.000, por nombrar a algunos) y no todos lo superan en equipamiento (hay con siete airbags, pero también con dos), aunque sí entregan más potencia y suelen mostrar mayor esmero en la calidad interior.

La oferta es tan variada (BAIC X35, Chery Tiggo 5, Chevrolet Tracker, Citroën C4 Cactus, Fiat 500X, Ford EcoSport, Haval H2, Honda HR-V, Hyundai Creta, Jeep Renegade, Nissan Kicks, Peugeot 2008 y Suzuki Vitara) que cada uno puede elegir a gusto. Si es por confort, diseño, equipamiento general, espacio y confiabilidad mecánica, el Captur es una buena opción, pero también hay propuestas que lo superan en dinámica, potencia y calidad.

Quizas su peor rival esté dentro de la propia gama, con el 2.0 manual a unos pocos menos pesos, con varios caballos más, pero también mayor consumo. Y sin el agrado de conducción de una caja automática que muchos están valorando.


Lo Bueno

Diseño atractivo
Espacio interior
Confort de marcha
Equip. de seguridad
Consumo en ruta

Lo Malo

Prestaciones
Posición de manejo
Calidad mejorable
Consumo en ciudad
Comportamiento dinámico


FICHA TECNICA

Motor
Naftero, 4 cilindros, 16 válvulas
Cilindrada: 1.598 cm3
Alimentación: Nafta
Potencia: 115 CV a 5500
Torque: 15,9 kgm a 4000 rpm

Transimisión
Caja: CVT
Tracción: Delantera
Frenos: Disco/Tambor

Tren de Rodaje
Suspensiones: McPherson/Eje rígido
Dirección: Eléctrica
Neumáticos: 215/60 x 17″

Dimensiones y Capacidades
Largo/Ancho/Alto: 4,329/1,813/1,619 mm
Peso: 1302 kg
Baúl: 437 litros
Tanque: 50 litros

EQUIPAMIENTO DE CONFORT
Butaca y volante con regulación en altura
Cámara de retroceso
Climatizador
Control crucero
Encendido automático de luces Faros antiniebla delanteros
Llantas de aleación
Pantalla táctil con navegador
Pack eléctrico
Sensor de estacionamiento trasero
Sensor de lluvia
Tapizado de cuero

EQUIPAMIENTO DE SEGURIDAD
Airbags frontales y laterales
ABS
Apoyacabezas (5)
Cinturones inerciales (5)
Control de tracción y estabilidad
Isofix
Faros de led diurnos

PRESTACIONES

Aceleraciones
0-100 km/h:13,7 s.
0-400 metros:19,3 s.
0-1000 metros:35,2 s.

Recuperaciones
80-120 km/h en 4ª: s.
80-120 km/h en 5ª: s.
80-120 km/h en 6ª: 11,3 s.

Frenada
100-0 km/h: 41,7 mts.
140-0 km/h: 74,2 mts.

Consumos
100 km/h: 6,7 litros/100 km.
130 km/h: 9,0 litros/100 km.
Urbano: 10,7 litros/100 km.

Martín Simacourbe
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