Nos subimos a la variante Trendline con caja manual de cinco marchas. Tiene motor naftero 1.6 litros de 110 CV, ESP y cuatro airbags de serie.
Por Facundo García
Viajamos a San Pablo, Brasil, para conocer todos los detalles de la nueva generación del Volkswagen Polo y de paso nos pusimos al volante de la versión más económica, que hoy partiría de $320.000: la Trendline Manual.
Esta variante fue la única que dispuso la marca alemana para que la prensa especializada pruebe por primera vez en el tránsito paulista. El contacto con el vehículo duró alrededor de 150 kilómetros y contó con trayectos urbanos y de autopistas. AutoWeb fue de a ratos conductor, de a ratos acompañante (delantero y trasero).
El Polo llega con la promesa de ser “el primer vehículo de una nueva Volkswagen” porque está basado en la plataforma modular y global MQB. Pero de “nuevo”, en realidad, no tiene mucho. El diseño es súper continuista y el motor tiene ya una larga trayectoria. Hablamos del naftero EA211 1.6 litros de cuatro cilindros y 16 válvulas, capaz de entregar 110 CV y 155 Nm de torque máximo. Esta mecánica estará presente en todas las versiones a nivel local.
Este párrafo va en primera persona: lo primero que me llamó la atención cuando me subí por primera vez fue la floja calidad de materiales que propone la plancha de abordo y los paneles internos de las puertas. Las terminaciones están acorde a otros productos Mercosur, pero, por lo menos yo, esperaba que en este apartado esté más cerca del Golf que del Gol, modelos entre los que se posicionará. Sí está bien presentado a nivel visual.
El motor ya lo conocíamos del Golf Comfortline y de los Fox y Suran Highline. Se siente pesado en ciudad y en autopistas, donde hacer un sobrepaso sin tirar un rebaje que eleve demasiado las revoluciones por minuto es una tarea difícil. Además, viaja muy enroscado (a 100 km/h, el tacómetro está entre 2.900 y 3.000 rpm) y es ruidoso. El consumo no lo pudimos medir con precisión.
Las suspensiones están mejor trabajadas que en los modelos Up y Gol. Absorben con bastante soltura las imperfecciones del asfalto, sin llegar a ofrecer el desempeño del esquema trasero multibrazo del Golf. La selectora de cambios es bien corta, a lo Volkswagen. Y tiene buena tenida a altas velocidades, con aplomo suficiente en curvas.
Un punto recontra criticable es que las versiones Trendline no tienen regulación de volante, ni en altura ni en profundidad. Lo agrega desde las Comfortline, pero quienes adquieran un Polo “base” tendrán ciertas dificultades para encontrar la posición de manejo adecuada. Lo que está muy bien es el agarre de la butaca, de comodidad ponderable. El volante, además, es suave para el tacto del conductor.
Para lo último, los dos puntos que, al menos para mí, podrán ser un factor de compra decisivo para muchas personas. El primero: el habitáculo es realmente muy espacioso. Los pasajeros de atrás tienen sobrado espacio para las rodillas y buena distancia entre la cabeza y el techo. Durante la prueba fuimos dos periodistas (con el colega Martín Sacán) de 1,85 metros de altura muy cómodos.
El segundo y más importante: el equipamiento de seguridad de serie. Viene con control de estabilidad, cuatro airbags (dos frontales y dos laterales), anclajes Isofix para sillas de niños, cinco cinco apoyacabezas ajustables en altura y misma cantidad de cinturones de seguridad de tres puntos desde la variante Trendline. Avanzada la gama, agrega sensores de estacionamiento y cámara de estacionamiento trasera.
A modo de conclusión, el nuevo Polo puede desencantar principalmente por la calidad de construcción y por el desempeño de la motorización, pero puede conquistar por el equipamiento de seguridad de serie, por el espacio que ofrece en el habitáculo, por la posibilidad de contar con una caja Tiptronic de seis marchas a partir del nivel de equipamiento inicial y, por qué no, por el nombre.
Lo bueno
Equipamiento de seguridad de serie
Espaciosidad del habitáculo
Opción automática en todos los niveles de equipamiento
Equipamiento de confort tope de gama
Aplomo en rutas y autopistas
Lo malo
Calidad de materiales y terminaciones
Rueda de auxilio temporal
Performance del motor
Sin caja manual de seis marchas
Insonorización
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