DISEÑO/ESTILO
Podríamos decir que el diseño del Fluence están representado por sus líneas suaves y los marcados y generosos volúmenes presentes en los paneles laterales como en el capó y en la zona posterior.

En general aún luce moderno, pero el frontal, sobrio y de estilo convencional, es el sector que más siente el paso de los años. Justamente, dicha zona será renovada -quizá antes de que finalice el año-, dando lugar a una trompa que ya fue estrenada en Europa y que se alineará a los modelos más modernos de la marca.

INTERIOR/CONFORT
La posición de manejo se consigue con facilidad gracias a la doble regulación del volante y en altura de la butaca, mientras que la pedalera posee una correcta profundidad, y la butaca es cómoda aunque no ofrece gran sujeción lateral.

El espacio interior es bueno a lo largo y a lo ancho, cota esta última que admite a un quinto pasajero. Sin embargo, la limitación del Fluence se encuentra en la altura, debido a la caída pronunciada del parante trasero. El baúl, por su parte, es uno de los más amplios del segmento, con 530 litros.

El diseño interior, similar al del Mégane III, se mantiene agradable y cuenta con una acertada presentación en dos tonos. Otra de las novedades se dio en el tablero de instrumentos, adelantado por el hatch y el Fluence GT, sumó -para las versiones Privilège- una generosa pantalla central para velocímetro, nivel de combustible, temperatura de agua, etc., mientras que otra pantallita brinda la información del ordenador de a bordo, entre otras funciones.

Y si hablamos de pantallas, es nueva la de la consola central, que da vida al nuevo sistema multimedia. Incorporado a la gama Fluence en enero de 2014, ofrece como carta de presentación una nueva pantalla táctil de 7 pulgadas (la anterior tenía sólo 5,2″), la cual conservó la ubicación, por lo que queda bastante lejos del conductor; en la mayoría de los casos, éste deberá despegar la espalda del asiento para comandarla.

Lo bueno es que también puede comandarse desde las teclas y la ruedita giratoria que se ubican en el frente de la radio, la cual posee nuevos comandos y distribución de teclas. Por fin, se dejó de lado el control remoto.

La pantalla táctil ofrece una buena visualización, mientras que sus funciones son intuitivas, entre las que se destaca el menú, los ajustes , el sistema de audio, la reproducción de fotos y videos (mediante USB o SD) y el navegador Tom Tom, que mostró un funcionameinto preciso.

La calidad general es muy buena, e incluye un recubrimieno blando en la parte superior del panel, mientras que la insonorización está bien lograda en cuanto a la rodadura, pero no tanto en lo eólico.

Tiene todo lo que se espera de un sedán mediano, ya que cuenta con climatizador bizona automático, techo solar, tapizado de cuero, regulador y limitador de velocidad, sensor de estacionamiento trasero, acceso sin llave y encendido por botón, sensores de luz y lluvia, llantas de aleación de 17 pulgadas, navegador y radio con Bluetooth, USB, tarjeta SD, conexión para iPod y comandos por voz, entre otros ítems. Crítica para el auxilio, con llanta de chapa y de distinta medida.

Entre lo que se le podría reclamar figuran la cámara de marcha atrás y el espejo interior de oscurecimiento automático.

MOTOR/PRESTACIONES
El propulsor de Nissan con dos litros, 16 válvulas y 143 CV continúa demostrando su eficiencia ofreciendo una buena respuesta a todo régimen, aunque el mayor torque -de casi 20 kgm- se anuncia a las 3.700 rpm.

Progresivo y siempre disponible, le imprime buenas prestaciones aunque algo penalizadas por la caja: 0 a 100 km/h en poco más de 11 segundos y velocidad máxima de 190 km/h. Además, beneficia el mantenimiento, ya que cuenta con cadena de distribución.

La caja es una automática de variador continuo, sistema que propone aceleraciones suaves, sin cambios definidos, es decir con una aceleración continua, sin los cambios de marchas presentes en las transmisiones automáticas convencionales.

Carece de función Sport, pero dispone de modo manual con seis pseudo marchas, las cuales pasan bastante rápido. La función kick down, por su parte, aprovecha la mejor relación de cambio para lograr la máxima aceleración posible. En ruta posee una relación larga, ya que a 130 km/h el motor gira a unas 2.900 rpm.

Los consumos mostraron cifras discretas en ruta (a 130 km/h necesita 9,3 l/100 km), pero algo elevada en ciudad, donde necesita unos 12,3 l/100 km.

COMPORTAMIENTO
El esquema de suspensiones independiente/semi-independiente está orientado al confort, pero tampoco desentona en lo veloz, donde entrega un comportamiento franco y seguro, además de contar con el ESP como aliado. En ciertas ocasiones sólo se ve afectado por los vientos laterales.

En el tránsito urbano se destaca por la suavidad con la que sortea lomos, cunetas y empedrados, además de ostentar un despeje delantero que lo hace inmune a casi cualquier obstáculo.

La dirección posee asistencia eléctrica progresiva, lo cual le brinda una exquisita suavidad en la ciudad, pero que la vuelve algo liviana en la ruta.

SEGURIDADLa dotación es completa, e incluye controles de estabilidad y tracción, ABS con distribución electrónica y asistencia de urgencia, airbags frontales, laterales y de cortina, luces antiniebla, cinco apoyacabezas y cinturones inerciales y alarma periférica. No cuenta con anclajes Isofix para sillas de bebés, y tampoco con luces de xenón.

Los frenos son eficientes, ya que el Fluence se detiene derecho y en distancias correctas: de 140 a cero en 79 metros, y de 100 km/h a 0 en 40,5 metros.

PRECIO/COMPETENCIA
Con un precio de 240.300 pesos, este Fluence queda al borde del “impuestazo”, lo mismo que les ocurre a muchos de sus rivales, entre ellos los Chevrolet Cruze 1.8 LTZ AT (240.500 pesos), Citroën C4 Lounge Exclusive Pack Select 1.6 THP AT (239.000), Ford Focus Titanium 2.0 AT (239.182), Peugeot 408 Sport 1.6 THP AT (239.000) y Volkswagen Vento Luxury Tiptronic 2.5 (241.900). La garantía es de 3 años ó 100.000 km.