El evento de lanzamiento del Toyota Etios sirvió además para tomar el primer contacto con el Etios, el primer modelo compacto comercializado por Toyota en Argentina.

La primera impresión visual que nos causó el Etios fue positiva. Es que su dieño nos pareció simpático, más agradable de lo que se puede observar en imágenes de prensa, sobre todo el de la variante hatchback. Además, todas las unidades disponibles en el evento eran las full XLS, que disponen de faros antiniebla y llantas de aleación de 15 pulgadas, entre otros elementos.

Una vez en el habitáculo, es notorio el amplio espacio disponble, algo que se valora principalmente en las plazas posteriores, que cuentan además con un asiento de acertada inclinación y un túnel central casi totalmente plano, lo que permite que un tercer pasajero acomode sus piernas sin problemas.

La posición de manejo es correcta, aunque algo alta, ya que el Etios no posee regulación en altura de la butaca. El volante, en tanto, dispone de una acotada regulación vertical, pero cuenta con un tamaño correcto, base plana y buen “grip”.

En el interior del Etios encontramos materiales rígidos en su totalidad, pero de correcta manufactura. Pese a experimentar algunos cambios respecto de la línea 2011 que fue comercializada en Brasil, lo más conflictivo del puesto de mando continúa siendo el tablero de instrumentos, ubicado en posición central y con un tono azul de fondo y agujas en rojo. Poco legible.

El equipamiento de seguridad es lógico teniendo en cuenta que el Etios parte de los 89 mil pesos, aunque se le podría pedir, al menos, el apoyacabezas y el cinturón inercial para la quinta plaza. La dotación de confort es justa, e incluye aire acondicionado, levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas, radio con CD, MP3 y USB y comandos de audio en el volante, mientras que algunos de los faltantes son el ordenador de a bordo, los espejos eléctricos y el Bluetooth.

Conducir el Etios en la ciudad (fue el periplo elegido por Toyota Argentina) es un placer. A ello contribuyen la dirección con asistencia eléctrica, el selector de caja (cinco marchas) con pasos de cambios cortos y precisos y el buen tacto del pedal de freno. Mención especial para el pedal de embrague, de recorrido cortísimo y que acopla apenas entra en movimiento.

El motor naftero 1.5/16v funciona realmente bien, y ello se nota en el manejo urbano, donde el Etios se mueve con gran agilidad. Parece que tuviera más potencia que los 90 CV declarados

Las suspensiones, en tanto, se mostraron bastante suaves y no transmitieron asperezas al habitáculo. El test drive fue breve y recorrimos pocos kilómetros. Por eso, nuestras conclusiones más destalladas serán volcadas cuando realicemos la prueba completa del modelo.

De esta forma, hemos llevado a cabo nuestro primer contacto con el Toyota Etios. Seguramente, en breve lo tendremos en nuestro garaje para una prueba completa.