En enero fue en la capital brasileña de Brasilia. Allí Ford develó por primera vez las líneas definitivas de la segunda generación del EcoSport, modelo que en 2003 inauguró el nicho de los SUV o camionetas derivadas de autos chicos del segmento B (en este caso del Ford Fiesta).

Tres meses después, en Bahía, dio a conocer el interior, y ahora fue el turno de Natal, en el nordeste brasileño, donde finalmente lanzó el producto a nivel regional y pudimos conocerlo en detalle e incluso manejarlo.

Al mercado argentino país llegará en noviembre de este año. Inicialmente, las versiones más accesibles tendrán motor Sigma naftero de 1,6 litros y 110 CV. Producido en Brasil, es el mismo impulsor que tiene Focus y similar al del Fiesta KD, pero sin distribución variable y con 10 CV menos. Las variantes de alto de gama tendrán el 2.0 de 143 CV, y ambos motores se asocian a sistemas de tracción simple delantera y caja manual de cinco marchas.

Para mediados de 2013 la gama argentina estará completa, e incluirá cuatro niveles de equipamiento (S, SE, Freestyle y Titanium), una caja manual de seis relaciones y las dos sorpresas del lanzamiento: un motor diésel 1.5 de 90 CV (importado de Europa y para las versiones S y SE) y una transmisión automática de doble embrague y seis marchas.

Del diseño de la nueva EcoSport ya hemos hablado en su momento. Se destaca por sus volúmenes “musculosos”, con una línea de cintura ascendente y remate en la zona posterior con la clásica rueda de auxilio externa. Más allá de gustos, en vivo y en directo se la nota mejor plantada y más robusta. A pesar de que su longitud no varió (4,24 metros), sí creció la distancia entre ejes en 3 cm (2,52 metros).

La unidad que nos tocó en suerte fue una 1.6 Titanium, es decir, con el máximo equipamiento. Por empezar, la postura de manejo es agradable, con una butaca que regula en altura y un volante que también lo hace en profundidad.

En líneas generales, todo remite al Fiesta Kinetic Design, con el que comparte plataforma, entre otras cosas, aunque la calidad de los materiales de esta Eco fabricada en Brasil (los plásticos son rígidos) es algo inferior a la de su hermano made in México, que posee algunos mullidos.

La habitabilidad en las plazas traseras es correcta. Dos adultos de estatura promedio pueden viajar con comodidad, un punto en el que influye el aumento de la distancia entre ejes en relación al Fiesta KD. Muy bien por el respaldo reclinable que suma confort. Para el baúl, Ford declara 362 litros, 42 más que en la primera generación, aunque 46 menos que el Renault Duster, su principal rival en el Mercosur.

Una vez en marcha se destaca tanto la insonorización del motor Sigma, como la suavidad de respuesta. Con cuatro pasajeros y por las constantes pendientes de las calles de Natal, lo notamos algo falto de respuesta por debajo de las 2.000 rpm. Los casi 16 kgm de torque máximo hay que buscarlos en la zona alta del tacómetro, que es donde muestra reacción. Puede que en esto también influyan unas relaciones de caja orientadas a minimizar el consumo.

En materia de comportamiento se la siente confortable y robusta. Filtra bien las irregularidades (camino a las playas de Pipa tomamos rutas en muy mal estado) y si bien presenta inclinaciones al doblar, no se mostró inestable. La dirección eléctrica, que cuenta con un sistema que minimiza las vibraciones y puede realizar correcciones mínimas de trayectoria, por ejemplo cuando el asfalto está ondulado, es suave en ciudad y se endurece progresivamente al ganar velocidad.

Buen equipo de confort: todos los EcoSport que lleguen a Argentina van a contar de serie con aire y dirección eléctrica, butaca con regulación en altura, volante con regulación en profundidad y levantavidrios delanteros eléctricos. También el sistema multimedia SYNC (desarrollado con Microsoft) que agrupa Bluetooth y equipo de audio, entrada USB, para iPod y comando satelital desde el volante. Todo con una pantalla de 3,5” ubicada en la consola central.

La versión SE suma levantavidrios eléctricos posteriores y faros antiniebla delanteros y trasero, la Freestyle sensor de estacionamiento trasero y ordenador de a bordo, y la Titanium, como exclusividad, arranque de motor mediante botón, reconocimiento de llave (no hace falta sacarla del bolsillo) y climatizador automático.

Todas las versiones de la EcoSport incluyen de serie doble airbag y frenos con ABS (tambores traseros), cinco apoyacabezas y cinturones inerciales de tres puntos, además de ganchos Isofix para las sillas de los niños. Las versiones más equipadas (Freestyle y Titanium) se reservan la ayuda de arranque en pendiente y los controles de tracción y estabilidad, estos últimos dispositivos inéditos en el segmento y que, junto a los anteriores, dejan al EcoSport un paso adelante con relación a sus rivales en el rubro seguridad.

Nada adelantaron las autoridades de Ford Argentina en torno a los precios para nuestro mercado, ni cómo se posicionará frente a la competencia. Pero sí que la nueva generación del EcoSport gozará de una garantía de tres años o 100 mil kilómetros, lo que ocurra primero. El resto solo se trata de esperar.