DISEÑO/ESTILO

Con una inconfundible estética Fiat heredada de algunos modelos de la casa italiana, principalmente el Panda, el diseño de este nuevo Uno genera simpatía y adopta el “look” monovolumen que tanto gusta en nuestro mercado. En esta versión Way se suman apliques de plástico en el exterior, mayor despeje y cubiertas Pirelli Scorpion, completando el estilo aventurero.

INTERIOR/CONFORT

El espacio interior es suficiente como para brindar buena habitabilidad, y los materiales presentan una terminación mejor que el promedio de sus rivales. El baúl tiene una capacidad de 280 litros, y bajo el piso se guarda el auxilio.

A pesar de que el asiento del conductor no se puede regular en altura y el volante (pequeño y de buen tacto) sólo tiene relaje vertical, la posición de manejo sorprende en este segmento de autos pequeños, ya que no perjudica a los más altos. El instrumental es sencillo y remite en algunos detalles al del Fiat 500; los mandos están al alcance la mano, con una distribución correcta.

La unidad de esta prueba tiene un nivel de equipamiento básico, aunque dispone de numerosos opcionales: se puede añadir elementos de confort con el Pack Eléctrico, como espejos eléctricos, alarma, cierre centralizado, levantavidrios eléctricos (adelante) y faros antiniebla. Los elementos de serie más significativos son el aire acondicionado y la dirección asistida. La climatización, manual, cumple correctamente con su función.

MOTOR/PRESTACIONES

Respecto del motor de este nuevo Uno, se trata de un naftero 1.4 de 85 CV, cuya denominación EVO se refiere al sistema de distribución variable que incorpora.

En números, este impulsor ofrece su potencia máxima a 5.750 rpm, y el par máximo es de 12,4 kgm a 3.500 vueltas; el corte está en las 6.500. La velocidad máxima, en tanto, es de 157 km/h a 5.100 rpm en quinta. También son modestas las cifras de aceleración, con 14,3 segundos para el “cero a cien”.

La caja ofrece un selector preciso (aunque de recorridos algo largos) y relaciones cortas, favoreciendo la agilidad. El consumo registrado en ciudad es de 10 l/100 km, y de 9,1 a 130 km/h constantes. Claramente, el coeficiente aerodinámico no favorece las performances.

COMPORTAMIENTO

Las suspensiones están pensadas para brindar un muy buen confort de marcha, absorbiendo adecuadamente las imperfecciones, aunque se pueden notar leves inclinaciones al cambiar de trayectoria y una tenida direccional perjudicada por los vientos laterales.

El comportamiento dinámico es el lógico teniendo en cuenta las medidas y las formas de este Fiat: no es de lo mejor, pero tampoco es algo decisivo para los compradores de este tipo de modelo, que además está mayormente pensado para moverse en la ciudad.

SEGURIDAD

En la versión Way, los elementos de seguridad se limitan prácticamente a los cuatro cinturones de seguridad inerciales. Nuestra unidad venía “pelada”, pero está disponible el Pack Seguridad, con doble airbag y ABS.

En frenadas de pánico sin este último elemento, naturalmente las ruedas se bloquean. Sin embargo, el pedal mostró firmeza y buena dosificación, sin vibraciones y con un poder frenante eficiente.

La visibilidad es buena gracias a los generosos espejos (aunque el tamaño de la luneta la minimice un poco), y los faros halógenos iluminan mejor que los de otros modelos de la marca.

PRECIO/COMPETENCIA