DISEÑO/ESTILO
En poco se identifica con el diseño original, pudiendo encontrársele más puntos en común con el nuevo Panda y otros modelos de la actual Fiat. Con una longitud que casi no cambia (3,77 metros), los diseñadores concibieron una carrocería simpática, con trazos suaves, techo elevado, luces traseras en altura y variantes de tres o cinco puertas, además de una “aventurera” denominada Way.

Todos los revestimientos de la plancha de a bordo son rígidos pero de buen tacto y aspecto, mientras que en su diseño se ven elementos de estilo similares a los del 500 (Cinquecento), pero sobre todo en el tablero de instrumentos, enmarcado en una visera circular que rodea al velocímetro tipo retro, que a diferencia del modelo italiano, no incluye en su interior al cuentavueltas. El conjunto es muy original, pero sería mucho mejor si la radio estuviera integrada al panel, es decir que no fuera una genérica con frente desmontable sin diseño Fiat.

Aunque se trata de un modelo económico, podría mejorar la aislación acústica del motor. Pero al menos nuestra unidad no hacía un solo ruido al transitar por superficies agresivas como los empedrados de Buenos Aires. Los burletes, en tanto, sólo se rinden al viento a velocidades superiores a los 130 km/h.

INTERIOR/CONFORT

No todo es una cara bonita. El nuevo Uno ofrece una respetable habitabilidad interior, algo nada sencillo de obtener en una carrocería de estas dimensiones. Por supuesto, el espacio no sobra, pero dos adultos pueden sentarse en las plazas traseras sin demasiadas complicaciones, al menos si conductor y acompañante no son muy altos.

La posición de manejo es adecuada, con una generosa distancia a la pedalera, butaca cómoda y volante regulable en altura. Su puesto de mando da la sensación de tratarse de un auto más grande. Se destaca también la correcta visibilidad y en general una buena calidad por tratarse de un modelo Mercosur del segmento inferior.

El baúl tiene una capacidad promedio en el segmento, con 290 litros, que se pueden ampliar rebatiendo el asiento trasero.

En cuanto al equipamiento, la versión básica trae aire acondicionado y dirección asistida como accesorios destacados, a lo que se suma la radio con MP3 y USB y la apertura interna del baúl y del tanque. Diferentes paquetes opcionales pueden dotarlo de levantavidrios (delanteros) y espejos eléctricos, alarma y faros antiniebla. En tanto, para dotarlo de doble airbag y ABS, hay que incorporar el “pack seguridad”, con el que el precio se dispara.

MOTOR/PRESTACIONES
Aunque en Brasil también se vende con un 1.0, el Uno llega a la Argentina con el conocido Fire 1.4, que se denomina Evo por sus mejoras, que lo hacen más potente, elástico y económico. Tiene 85 caballos que son suficientes para “mover” con agilidad este modelo de sólo 900 kilos. Por ello puede acelerar de 0 a 100 km/h en 12,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 161 km/h.

Las relaciones cortas de la caja de cinco marchas le otorgan vivacidad en el tránsito, compensando cierta pereza del motor a bajas rpm. Como contrapartida, en ruta el régimen de giro es bastante elevado, de casi 4.000 vueltas a apenas 120 km/h. Esta característica mecánica y su altura no favorecen el consumo que, sin embrago es en relación más elevado en ciudad, con un gasto de más de 9 l/100 km. Un registro más adecuado a un 1.8 que a un 1.4.

COMPORTAMIENTO
Como era de esperar, el nuevo Uno tiene amortiguación suave, lo que le otorga muy buen andar en ciudad, con una marcha muy confortable en todo tipo de superficies. Además, tiene suficiente despeje para evitar daños inferiores en lomos y cunetas.

En la ruta lógicamente no es de los más firmes, y su elevado centro de gravedad también es responsable de algunas inevitables inclinaciones al doblar de manera exigente, pero sin comprometer la estabilidad. Sí se muestra sensible a los vientos laterales. En otras palabras, el Uno no es un rutero con perfil deportivo, pero manejando con coherencia se puede viajar sin sobresaltos.

SEGURIDAD
Mala nota para los frenos, no sólo por la tendencia a bloquear sin ABS, sino por las extensas distancias de detención y la evidente fatiga cuando el sistema se exige sostenidamente. No es difícil dosificar el pedal, de buen tacto, pero en pleno frenaje tiende a perder la línea, obligando a corregir con la dirección. Compensa el rubro de seguridad con luces potentes, complementadas con faros antiniebla en nuestra unidad de prueba.

PRECIO/COMPETENCIA
El Uno llegó hace poco más de un año para complicar aún más las cosas en un segmento donde la oferta es muy variada.

Peugeot 206 y 207 Compact, Renault Sandero y Clio, Volkswagen Gol, Gol Trend y Fox, Citroën C3, Chevrolet Classic y Agile, Ford Fiesta One y el mismísimo Fiat Palio son algunos de sus rivales. Los 60.000 pesos que hay que pagar por la versión Attractive con equipamiento básico significan un precio adecuado a su equipamiento y características.

Nombre no le falta, y se sabe que los grandes éxitos de Fiat se han dado siempre en este segmento, el de los modelos populares.